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El pánico y los números
Parece broma, pero por algún motivo en tiempos de incertidumbre o pánico muchos recurren a rumores, chismes o información parcial y pocos buscan entender y dimensionar los eventos a su alrededor con el uso de datos. Es verdad que es muy difícil saber el rumbo que tomará la crisis relacionada al coronavirus (Covid-19) y aunque todos esperamos que eventualmente se reduzca el ritmo de infección, se mejore el tratamiento para aquellos infectados y se logre producir una vacuna, es prudente ser serios acerca de los riesgos y tomar en cuenta las llamadas de alerta serias y oficiales que escuchamos a nuestro alrededor para estar preparados. Después de todo, como comentamos en este espacio hace unas semanas, en 2009 México tuvo que reaccionar y ser señalado por el nada agradable brote del virus A-H1N1, que fue similar al del Covid-19. Es decir, tenemos experiencia en tomar medidas de higiene simples, así como seguir instrucciones oficiales acerca de cambios en los hábitos cotidianos, suspensión de clases, reducción de aglomeraciones, entre otros. Mientras tratamos de entender el verdadero riesgo de esta crisis y filtrar el ruido innecesario, los rumores y los chismes, creo conveniente compartir algunos números que nos ayuden a dimensionar el tema, especialmente en esta época de fake news y líderes políticos alrededor del mundo que están peleados con la ciencia, los datos duros y la realidad.
Al día 28 de febrero, se han contabilizado poco menos de 84 mil casos de Covid-19 en todo el mundo (94 por ciento en China). Se han reportado poco menos de 2 mil 900 muertes en 35 días. Es decir, desde que se lleva la cuenta de fatalidades por el virus, han muerto un promedio de 82 personas en todo el mundo cada día. No por menospreciar la mortalidad del virus, pero durante 2019 fueron asesinadas alrededor de 100 personas cada día en México. Para que el virus de moda sea tan mortal a nivel global como la violencia de 2019 fue en México, tendría que matar unas 6 mil personas cada día y no 82.
A más de un mes de ser reportado el brote de la epidemia en China, el 0.0055 por ciento de la población de ese país ha sido infectado. Esto equivale a que hay 5.5 chinos infectados por cada 100 mil, ese número sin duda seguirá creciendo aunque ya se reporta una reducción importante en el número de nuevos casos diarios reportados en ese país. Durante 2019, México tuvo 28 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Los gobiernos quieren controlar el acceso del virus a sus países, pero no pueden controlar la salida o entrada de armas o dinero.
Según estudios preliminares, el 80 por ciento de los casos son muy poco peligrosos, pero alguien mayor de 80 años tiene una tasa de mortalidad de casi 15 por ciento, mientras que alguien en su séptima década tiene un 8 por ciento de probabilidad de morir. Los hombres muestran un 2.8 por ciento de probabilidad de morir, comparado con 1.7 por ciento para las mujeres. En 2019, 55 por ciento de los asesinatos en México fueron contra personas de entre 20 y 39 años. Y hubo casi 10 hombres asesinados por cada mujer asesinada.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren en el mundo entre 290 mil y 650 mil personas por razones asociadas a la influenza (gripe) estacional y se estima que su mortalidad media es de 5.9 personas por cada 100 mil.
Insisto, sin querer menospreciar la gravedad del asunto y la incertidumbre de cómo progresará el virus alrededor del mundo, es conveniente poner en perspectiva que estaríamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos diarios, a suspender clases y reducir jornadas laborales para reducir el impacto que un virus, primo lejano de la influenza estacional, pueda tener en un país entero. Aun así, es probable que México acabe con decenas de miles de casos de Covid-19 que pudieran generar una fracción de la mortalidad que causa el negocio de las drogas, el tráfico ilegal de armas, la falta de seguridad y el exceso de impunidad, vamos, la ausencia del imperio de la ley. El pánico y la emergencia deberían ya tener 10 años en México.