¿Pues qué fue lo que vieron en la casa?
Al no tranquilizar a su primo, el joven, su padre y su tío le metieron un pedazo de tela en la boca, hasta que finalmente lo pudieron controlar.
Instantes después le preguntaron al niño más pequeño qué había sucedido, a lo que el contestó que cuando llegaron vieron al perro comiendo cereal con cuchara.
Al escuchar estas palabras, el niño con el pedezo de tela en la boca volvió a enloquecer sin control, por lo que al no poder tranquilizarlo la única alternativa que tuvieron fue llamar a una ambulancia para trasladarlo a un hospital.
Al no encontrar un tratamiento en el hospital, tuvo que ser llevado a un centro psiquiátrico.
Después del acontecimiento, la madre de los niños volvió a preguntar al pequeño sobre aquel día, por lo que el niño dibujo al perro de la familia sentado en el comedor de la casa comiendo cereal con una cuchara.
Desde el acontecimiento el niño mayor tiene que ser llevado a terapia cada semana y al perro jamás lo volvieron a ver.