Los Saints son dueños del sembrado N° 1 de la NFC y será muy difícil que alguien pueda ganarles en el domo durante los playoffs.

Confirmaron que la derrota ante los Broncos sólo fue un mal juego y están hechos para cosas grandes en la postemporada. Además, como recompensa, pueden acabar como el N°1 de la Conferencia cuando todo el año volaron por abajo del radar.

Los Chiefs pasaron rápidamente de tener prácticamente asegurada la localía en la AFC para toda la postemporada, al riesgo de tener que viajar como equipo Comodín para visitar a un campeón divisional con peor marca, si es que no logran soportar la embestida final de los Chargers en el Oeste.

Los Bears aseguraron su primer título divisional desde el 2010 de la mano de una defensiva sólida encabezada por Khalil Mack. Sin embargo, la mayor interrogante de Chicago es la ofensiva comandada por Mitchell Trubisky, quien no ha mostrado consistencia en su carrera y podría terminar descarrilando las esperanzas de los Bears si el juego está en sus manos.

Los Rams se desinflan en la recta final. Gran parte de esto también radica en que, tras su descanso, tienen marca de 1-2 y nueve entregas de la ofensiva. Previo a ello su registro fue de 10-1 y el mismo número de errores, por lo que ya saben en donde está gran parte del problema.

Las probabilidades matemáticas de Houston son mínimas, pero los Texans siguen en la pelea por el primer sitio en la siembra de la postemporada en la Conferencia Americana.

Cuando parecía que la temporada de Pittsburgh venía en picada hacia una inevitable catástrofe, los Steelers se apuntaron una sólida victoria sobre los Patriots para mantener el control de su división y lanzar un mensaje al resto de la conferencia que pueden ganar con su defensiva en momentos que su ataque no logre producir muchos puntos.

Creo que tampoco debemos encender las alarmas. Ahora vienen un par de compromisos que les servirán para tomar ritmo rumbo a los playoffs y conocen mejor que nadie el tipo de partidos que les esperan en enero. ¿Alguien los ve perdiendo en Houston en la Ronda Divisional? Yo, francamente, no.

La estabilidad organizacional que existe en Baltimore es uno de los factores que permiten a John Harbaugh jugársela con el novato Lamar Jackson por encima de Joe Flacco para el resto de la temporada: los Ravens necesitan darle todo el juego posible a su quarterback del futuro, pero todavía tienen que pelear por los playoffs en el presente. En otra situación, un head coach buscaría salvar el pellejo con el veterano.

Los Colts vienen volando bajo el radar y no debería sorprendernos si se cuelan a los playoffs como equipo comodín. Los equipos más peligrosos en la postemporada son los que se encienden al final del año y eso es justamente lo que está haciendo Indianapolis.

Frank Reich demostró que sus años previos en Philadelphia funcionaron perfecto ante cualquier esquema que tuvieran preparado Jason Garrett y compañía. Una derrota y la presión de nuevo apremia al entrenador en jefe. Así de volátil es su situación.

Hubo cambio de coordinador ofensivo en Minnesota y repentinamente se acordaron los Vikes de lo que tienen en el corredor Dalvin Cook. No cabe duda que apostar fallidamente a que el quarterback --sea quien sea-- va a sacar a tu ofensiva de apuros y llevarte al Super Bowl es la creencia más equivocada en la NFL actual.

Derrick Henry está jugando en el mejor nivel de su carrera y eso permite a los Titans soñar con seguir jugando en enero. Desafortunadamente, no creo que le alcance a Tennessee para calificar a los playoffs.

Los duelos divisionales son el peor dolor de cabeza para cualquier equipo. Sus presentaciones anteriores le brindaron un buen colchón, pero el problema que se avecina es el duelo ante Patrick Mahomes. Una derrota y los playoffs se tamablean.

La ofensiva lució ligeramente más relajada con Nick Foles en los controles, pero no debemos engañarnos: la fuerza de este equipo sigue residiendo en lo que puede hacer la defensiva.

No me sorprendería si al final de año anuncian que Gregg Williams se quedará como entrenador en jefe definitivo de los Browns, en apenas seis partidos ya suma más victorias (cuatro) de las que consiguió Hue Jackson en poco más de dos años. Tampoco estaría de más si Cleveland contrata a Kobe Bryant como motivador de cabecera.

El 'Milagro de Miami' no arregló mágicamente al equipo. Una vez más fueron exhibidos en su visita a Minnesota y bien podrían culpar al clima gélido de las ciudades gemelas, pero el problema es que jugaron en un domo.

Probablemente, Jay Gruden tendrá que elegir a un quarterback de primera ronda en el siguiente draft, algo que nunca le había ocurrido en sus cinco drafts previos al frente de los Redskins. Será interesante ver si sigue el camino de ignorar a pasadores en la primera vuelta como hace su hermano mayor, Jon.

Aunque aún no están eliminados, los Panthers deben decirle adiós a la temporada y pensar en el 2019, también deben decidir si Ron Rivera es el entrenador en jefe adecuado para continuar al frente del equipo.

No entiendo el porqué se cuestionó si Aaron Rodgers debe o no terminar la temporada. Creo que es más que claro que debe hacerlo pese a que ya no peleen por nada. La derrota ante los Bears fue más apretada de lo que se creía y quizá vieron a su próximo entrenador en jefe en las laterales de enfrente en la figura de Vic Fangio.

Me cuesta trabajo creer que Vance Joseph haya dicho ante reporteros que su equipo "ha mejorado", sin soltar la carcajada. De todas las malas decisiones de John Elway al frente de las operaciones del club, su selección de head coach está entre las del tope de la lista.

Los Bengals vencieron en casa al quizás peor equipo de la NFL ante un Paul Brown Stadium que lució una de las entradas más pobres de su historia. El mensaje de la afición es contundente y los días de Marvin Lewis como entrenador en jefe parecen estar contados.

Como se dice coloquialmente 'agarraron pichón', pero eso no impide que sean candidatos a la principal decepción de la temporada, aunque siempre existirán los Jaguars en ese departamento.

Las actuaciones inconsistentes de Jameis Winston le van a quitar cualquier dosis de voz o voto que de otro modo hubiera tenido al momento de que la franquicia busque a su nuevo head coach.

Justo cuando los Giants parecían ir en franco ascenso y se habían colocado a juego y medio del último boleto de comodín en la NFC, son blanqueados en casa. Fiel reflejo de lo que ha sido la temporada de New York.

Tienen mucho trabajo por delante, pero al menos tienen la certidumbre que será con el entrenador en jefe Kyle Shanahan. Lo que también es cierto es que llegará en el asiento caliente a la temporada 2019 y los resultados deben llegar pronto.

Usualmente, un quarterback novato aporta el crédito suficiente para salvar el pellejo a un entrenador en jefe --bajo el pretexto de que se trata de un proceso en desarrollo--, pero no me parece que Sean McDermott haya mostrado lo suficiente para justificar quedarse una campaña más al frente de los Bills.

Matt Patricia llegó a Detroit con la reputación de ser una de las mejores mentes defensivas jóvenes de la NFL, hoy los Lions son un equipo decepcionante cuyo mayor problema ha sido su defensiva.

Le dieron batalla a un equipo que estará en los playoffs y perdieron por una anotación en casa, pero tampoco estamos hablando de un contendiente al título. Ahora tendrán la despedida de Todd Bowles en casa ante Aaron Rodgers y compañía.

¿Qué nos dice acerca de la decisión de hacer valer la opción al quinto año de novato en el contrato de Blake Bortles, el hecho que los Jags prefieren seguir con las paupérrimas actuaciones de Cody Kessler antes que volver a insertar en la alineación a quien fuera elegido tercero global en el draft?

Los Raiders podrían jugar su último partido como locales en Oakland esta semana como si no hubiera suficiente incertidumbre ya en el equipo. Siempre existe la posibilidad que la ciudad y el equipo lleguen a un arreglo por una temporada más, aunque las probabilidades no son tan buenas y de no ser así lo único que nos queda es ver a los Raiders salir del "Hoyo Negro" una última vez.

Algunos reportes sugieren que el trabajo de Steve Wilks está en riesgo y no es para menos. Arizona es una franquicia que está acostumbrada a temporadas grises y decepcionantes, pero es una manera muy triste para Larry Fitzgerald de terminar su carrera en la NFL.