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El precio de la libertad
La fotografía del sábado 23 de enero editada en la mayoría de los diarios del mundo, fue impresionante. Es de la agencia EFE. El profesor de primaria Humberto Moreira, vestido con una chamarra “Moncler” de alrededor de 37 mil pesos, con la mirada perdida y vidriosa, avejentado, sin rumbo en su vida, abrazaba a una devastada esposa al salir de la cárcel de Soto del Real, en Madrid, España. Los dioses lo habían dejado solo. Lo digo en palabras de Luis Carlos Plata: “Envejeció 7 años en 7 días de cárcel, maestro. Una sentencia definitiva sería mortal para él”.
De la gloria al calabozo. De las pistas de baile y el dancing colombiano, a las mazmorras españolas. Cuando Alcalde de Saltillo, y debido a su mínima y populachera cultura, le entregó las llaves de la ciudad a un “ciudadano distinguido”, al “rebelde del acordeón”, Celso Piña. Se creía intocable, ya estuvo preso.
Hoy, el precio de su libertad ha sido brutal. De comerse todo el presupuesto y pastel de Coahuila (36 mil millones de pesos) y estar a un tris de comerse el pastel del País cuando era Presidente del PRI nacional, transitó a una gris e invernal celda ibérica. Un día eres gallo de pelea; al siguiente, amaneces como plumero. ¿Qué hacemos con Humberto Moreira “libre” en la Madre Patria?
Dicen los refranes populares, que realmente no sirven para nada, uno de ellos: “Lo que no te mata te fortalece”. Palabrería huera, sin duda ¿Salió fortalecido el profesor luego de estar en cárcel apenas siete días? Otro dicho, el cual a medias se cumple y al final, lo vamos a modificar: “Cría cuervos… y te sacarán los ojos”. En este caso, sí. Y nosotros agregamos: “Cría cuervos… y tendrás muchos y te sacarán los ojos”. Humberto Moreira crió muchos cuervos. A todos amamantó. A todos los hizo millonarios. Hoy esos cuervos le sacan los ojos (Javier Villarreal Hernández, Jorge Torres López, Rolando González Treviño…) y sus “súper amigos”, los que siguen aún incrustados en los organigramas estatal y federal, y otros, los que huyen o están en manos de la justicia norteamericana, unos ya “cantaron” y otros lo negaron. Sí, le quieren sacar los ojos. Ya lo hicieron. Por eso estuvo en prisión.
Fue su mozo de estoques. Primero lo hizo Alcalde de Saltillo por un día y nadie depositó un triste y pinchurriento voto por él. Luego, lo hizo Gobernador de la misma manera, por “dedazo”. Nadie votó por él, pero se le dice democracia. Es el exalcalde y exgobernador, Jorge Torres López, quien es prófugo de la justicia norteamericana, pero aquí nadie lo molesta.
ESQUINA-BAJAN
Hay una leyenda urbana que dice que lo han visto deambular entre San Pedro Garza García, NL, y Saltillo. Le pega con gusto a la mamada esa de “calidad de vida”. Sigue vigente la ficha de la alerta internacional como uno de los “fugitivos más buscados”, es la W-739029173. Lo persigue directamente la DEA. Al igual que a HMV, se le sigue nombrando en investigaciones federales gringas por lavado de dinero. Antes hacían su despensa cada fin de semana en Estados Unidos en pomadosos centros comerciales y malls ejecutivos, hoy tienen que comprar víveres en el Mercado Juárez o en Soriana.
¿Parte del ingente robo de las arcas estatales fue a parar a sus bolsillos personales? El Congreso y todas las dependencias de Coahuila lo siguen protegiendo. Pero, al día de hoy, la carga de la deuda por habitante en Coahuila es de 926 dólares, cuando la media nacional es de 231 dólares. De pesadilla todo esto. En este ambiente de alucinación para el priísmo no sólo local sino nacional, se baraja la posibilidad de un interinato en la Gubernatura de Coahuila. Es decir, se iría Rubén Moreira, dejaría el cargo e influencia para lavar un poco la maltrecha imagen de Coahuila y del País.
La decisión la tienen en la mano los dos Presidentes de México, el del PRI nacional, Manlio Fabio Beltrones y, claro, el Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto. Extraña que en el panismo local nadie haya capitalizado la virulencia e impacto de semejante noticia. Isidro “Chilote” López Villarreal sigue haciendo lo único que sabe hacer: vegetar. Dormir. Él mismo, preso del pecado capital como Humberto Moreira, el de la avaricia. Está en el caso Ficrea con 11 millones de pesos perdidos. Al igual que el expanista y extesorero de Manuel López Villarreal como Alcalde, Armando Rubio, con 7 millones de pesos. Por esto y no otra cosa, la avaricia sigue siendo un grave pecado.
Letras minúsculas
“Porque las riquezas no duran para siempre”. Proverbios 27:24. La enfermedad de HMV por la política, es hoy su condena.