El Quijote según el Materialismo Histórico

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El Quijote según el Materialismo Histórico

El políglota y filólogo LudovikOsterc, célebre cervantista ya fallecido originario de Yugoeslavia, cuya carrera académica se desarrolló en nuestro país, escribió un interesante libro que tituló El pensamiento social y político del Quijote (UNAM, 368 págs).

A pesar del título más bien general de su libro, Osterc expone a sus lectores que el objetivo de éste es llevar a cabo una interpretación de El Quijote “desde las posiciones del materialismo histórico”. Congruente con esta visión, según la cual en el arte  necesariamente se manifiesta la ideología  de una determinada clase social, la inmortal novela es susceptible de analizarse desde la óptica de la crítica cervantina burguesa o idealista, así como también –dice- desde la perspectiva realista del materialismo histórico.

De acuerdo al esquema de la crítica literaria burguesa, Osterc señala que ésta considera a El Quijote como “una pobre burla de los libros de caballerías o una simple novela humorística”.

Es por ello que a lo largo de los siglos lo que el autor llama la crítica literaria idealista se ha “ocupado de la obra, en la abrumadora mayoría de los casos, en su aspecto gramatical, filológico e histórico-biográfico, es decir, de su forma, descuidando, con raras excepciones, su contenido”, para llegar siempre a la conocida conclusión de que “no es más que una parodia de los libros de caballerías”.

Afirma que desde el ángulo del materialismo “El contenido de una obra literaria radica en sus ideas, que reflejan cierto aspecto de la vida humana; este contenido –opina Osterc- impregna toda la obra: su asunto, su argumento, sus imágenes, su estilo, su lenguaje, su vocabulario, etcétera”.

Es por lo anterior, sigue diciendo el autor cervantista-marxista, que “El hombre dotado de un sano gusto histórico, no puede aplaudir el abstraccionismo y demás excentricidades del arte burgués actual, precisamente porque los abstraccionistas rechazan la forma realista de reflejar la realidad en imágenes artísticas”.

Afirma que la época en que Cervantes escribió El Quijote correspondió al periodo de transición entre la Edad  Media y la Edad Moderna. En términos marxistas fue el paso del feudalismo al capitalismo, dos de las seis etapas en que el materialismo histórico explica el devenir de la humanidad. Las anteriores fueron las del comunismo primitivo y el esclavismo, y las posteriores el socialismo y el comunismo. 

El Quijote entonces, según esta visión, refleja la “profunda crisis de la sociedad feudal española, cuyas lacras llenan las páginas del gran libro. Allí se censura el parasitismo, la ociosidad, la opulencia y la vida amoral de los eclesiásticos, la hipocresía y podredumbre de los grandes,  la intolerancia religiosa y nacional, allí se pintan la espantosa miseria de los soldados y la difícil situación material de los labradores, se vitupera la venalidad de los guardianes del orden público, etcétera”.

Le vienen al autor como de molde, pasajes como el del discursode Don Quijote a los cabreros sobre la idílica edad de oro de la humanidad, el castigo de Juan Haldudo a su trabajador Andresillo y el encuentro entre Sancho Panza y el moro Ricote, su antiguo vecino, entre otros.

Osterc concluye que la tarea esencial de Don Quijote consiste en restablecer el imperio del bien y la justicia en el mundo, apreciación que nada tiene que ver con el esquema del materialismo histórico. Si el autor fuera congruente con esa doctrina, el objetivo del caballero manchego debería consistir en pugnar por la destrucción del feudalismo y la implantación del capitalismo. En fin.

jagarciav@yahoo.com.mx