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El Quinto

El Quinto Informe de la presente gestión, encabezada por Rubén Moreira fue un ejercicio a lo “Rashomon”, “ya usté sabe”, aquel prodigio fílmico de Kurosawa que significó de hecho la génesis de un estilo narrativo en el que atestiguamos, como espectadores, el relato de varios protagonistas alrededor de una misma anécdota.

Cada personaje nos aporta su versión y el siguiente nos reseña los mismos acontecimientos pero desde su perspectiva, ofreciéndonos detalles adicionales y pequeñas pistas del panorama general, escondidas entre hechos que aparentemente son reiterativos pero que a la luz de un ángulo distinto adquieren nueva dimensión.

El último testimonio es necesariamente una bomba, una auténtica revelación que despeja en definitiva todas las dudas, las motivaciones detrás de los personajes y nos permite entender lo que sucedió realmente. Se nos revela el quid de la historia.

Pues así el Quinto Informe, ya le digo. Sus actores nos aportaron su muy particular visión de lo que fue el reciente año de este Gobierno que coquetea en los lindes del más jarocho duartismo.

Y fue el Góber precisamente el primero en dirigirse a los coahuilenses. A través de un video grandilocuente que hace una metáfora de su gobierno comparándola con una jornada de descubrimiento espiritual, en el que Moreira Valdez deambula a lo Kwai Chang Caine por la majestuosidad de los más bellos y solitarios paisajes coahuilenses. En éste hace una reflexión profunda en la que recapitula cómo, al llegar al poder, nos encontró hechos una desgracia pero ahora, gracias a su incansable labor, estamos ya mejorcitos, bendito sea Dios, probando sopita y dando señales de visible mejoría.

Tratándose de destacar sus logros, el Gobernador cayó en los lugares comunes y no pudo prescindir de sus consabidos bastiones retóricos con los que ha sostenido su discurso a lo largo de este larguísimo lustro.

Llegó el turno a Chema “Magno” Fraustro Siller, líder del Congreso Local, quien dejó reluciente aquello de tanta palabra encomiástica que le dedicó a su señor Sith.

 “Nuestra felicitación señor míster don Gobernador por este amplio y muy bien estructurado (?) informe de gobierno. Refleja de manera sustanciosa los logros alcanzados este año de trabajo”.

Don Chemota se puso luego profético: “Tenemos claro que al momento que la historia haga su elemental recuento, este sexenio será estudiado, será revisado como uno en donde los derechos se convirtieron en instituciones sólidas, en cimientos y bases de un nuevo orden social …”. Y la verdad es que sí habrá que revisar con lupa a esta administración, pero no por las razones lisonjeras que Fraustro enunció.

El Diputado no tuvo empacho en calificar al Moreirato Tardío como “un legado de derechos permanentes, de acciones sin precedentes y resultados siempre alentadores”. Es decir, la misma palabrería hueca de cada pinche sexenio. Y creo que al final dijo algo de sus ojos bellos, pero la verdad no recuerdo bien.

Llegó finalmente el momento de que la oposición fijara su postura en voz de la diputada Lariza Montiel y, aunque leyó igual de mal y sin matices que todos los anteriores, al menos cambió el sentido de la incansable perorata.

“Usted habla de finanzas sanas para nuestro Estado, sin embargo apenas después de ejecutarse una reestructura de la Megadeuda… su gobierno solicitó un crédito de 830 millones de pesos para gasto corriente…no obstante en la misma fecha de la reestructura se había ejecutado un nuevo crédito por 2 mil 500 millones de pesos para el pago a proveedores… Seguimos bajo el esquema de una deuda legalizada pero sin transparencia… Sí, reestructurada, pero a costa de todo lo pagado durante su sexenio y aun más…de 2012 a la fecha hemos abonado por lo menos 19 mil millones y aun debemos 37 mil millones.

“Esta administración gasta más dinero en pago al servicio de la deuda que en gasto para la salud o en obra pública... Desde el inicio de su Gobierno se advirtió que la deuda ilegal sería una carga durísima y se prefirió legalizar, respaldando así cada una de las acciones del gobierno anterior. Es una pena que todo el sistema político de Coahuila esté blindado para no investigar y mucho menos castigar a su hermano, mientras que los coahuilenses seguimos pagando los platos rotos”.

Por alguna razón, durante la exposición de la diputada, el Góber no dejaba de manosear sus apuntes y de garrapatear notas como si de verdad estuvieran diciéndole algo nuevo o que no supiera y -peor todavía- como si efectivamente pensara hacer algo al respecto.

“Y si bien conocemos una pincelada de la corrupción que emana de este Gobierno”, prosiguió la legisladora Montiel, “es porque un medio de comunicación nacional reveló adjudicación directas a empresas fantasma por más de 180 millones de pesos, en las que resultaron ser socios familiares de sus colaboradores más cercanos”. Y me parece que Moreira todavía le preguntó al de al lado ‘¿De quién habla, tú?’.

De allí pasó al tema de la seguridad, que por alguna razón quiere el Ejecutivo presumir como su carta fuerte, siendo que en éste tiene tanas explicaciones que dar como en lo relativo a las finanzas:

 “¿Qué pasó en Allende, que sin haber ocurrido en su Gobierno debió ser investigado a fondo? ¿Qué sucedió en Patrocinio? ¿Qué se puede informar de los miles de desaparecidos? ¿Qué se está haciendo con Fuerza Coahuila (Fierro, Pariente), a la que se nos presentó como la panacea de la seguridad pública y se ha convertido en un referente obligado, pero por sus malas acciones, por las extorsiones a ciudadanos y por su actuación poco ética?”.

Ya le digo, hay suficientes versiones para que usted mismo pueda elaborar su propia suposición de lo que en Coahuila priva. Aunque la verdad bien puede ahorrarse la parte oficialista de tanto surrealismo y remitirse directamente a la conclusión de la bancada de oposición:

“Después de once años de moreirato, ¿de verdad  podemos creer que Coahuila avanza? La respuesta, señor Gobernador, es ‘no’”.

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