En este mismo espacio se ha dicho antes que la administración estatal encabezada por Rubén Moreira pasará a la historia de Coahuila (en el plano Ejecutivo, el que le corresponde, aunque no está de más obviarlo debido a su afán Legislativo) como “El sexenio de pagar intereses a los bancos”.

Lo anterior no significa que se amortice la deuda pública contraída durante una gestión donde también él formó parte. Ojo. Y como toda hipótesis debe ser demostrada, me dispongo a esclarecer los porqués.

De 2010 a la fecha –se ha dejado por escrito en las últimas dos entregas dominicales– el Gobierno del Estado ha desembolsado 19 mil 923 millones de pesos a los bancos por concepto de intereses, como se puede comprobar a través de un ejercicio aritmético.

Esa cantidad puede impactar directa o indirectamente a cuantos fenómenos proponga usted como variables. Si el aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo, reza el proverbio chino, imagine cómo afectará esa cifra en un determinado territorio con población y gobierno que se llama Coahuila de Zaragoza.

Utilicemos, pues, un concepto que suelen usar los defensores del grupo en el poder para justificar el endeudamiento multimillonario: la infraestructura de obra pública.

Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo.

Es muy simple: de cada peso ejercido por el Gobierno del Estado, 64 centavos van a parar a los intereses de la deuda y 36 centavos a infraestructura de obra pública. Y sabe qué, la dichosa deuda sigue ahí, como el micro cuento del dinosaurio de Monterroso. El número permanece intacto con sus 11 dígitos: 37 mil millones de pesos. Hasta 2045, en el mejor de los escenarios, se desvanecerá.

El escritor Federico Campbell ha dicho que “todo está en los periódicos, sabiéndolos leer”. Ahora bien, parafraseando al tijuanense, todo está en los informes de Gobierno, sabiéndolos leer.

Lo que pasa es que a nadie interesan y mucho menos los lee.

Pero si desea verificarlo usted: en el Primer Informe de Rubén Moreira consta que fueron gastados mil 305 millones 600 mil pesos en “infraestructura de obra pública”, mil 972 millones 600 mil pesos en el Segundo, en el Tercero mil 805 millones 600 mil pesos y finalmente mil 304 millones 800 mil pesos en el Cuarto. Al total hay que sumar los 890 millones 049 mil 915 pesos devengados por la Secretaría de Infraestructura y Transporte bajo el mismo concepto durante 2016 (hasta el 30 de junio) y obtendrá el resultado.

En resumen: del 1 de diciembre de 2011 al 30 de junio de 2016 se han invertido 7 mil 278 millones 649 mil 915 pesos en infraestructura de obra pública, contra 19 mil 923 millones de pesos tirados en intereses a las instituciones de crédito de 2010 a la fecha. Con esa loza llegará el Gobernador al Quinto Informe (que deberá rendir en un plazo no mayor a dos meses).

Y como 2017 es el Año de Hidalgo, y además electoral, podemos dar por concluido el sexenio en lo que a “infraestructura de obra pública” se refiere pues dentro de 15 días inicia el proceso electoral para renovar la gubernatura, los 38 ayuntamientos y las importantísimas 25 curules del Congreso, así que las prioridades son otras. Básicamente “conservar el poder”, la máxima de todo Príncipe, define Maquiavelo en su libro homónimo.

Cortita y al pie
Antes de tomar posesión, pero ya como Gobernador electo, Rubén Moreira dijo a El Siglo de Torreón que la deuda era “manejable” y “adecuada” (22/09/11). Ya como Mandatario, en el año tres del sexenio, señaló al mismo medio de comunicación que “se apalancaron” con la deuda y “no se justifica” (04/06/14).

La última y nos vamos
Y más allá de su opinión, al fin subjetiva, los intereses de la deuda han sido el “coco” de la inversión en infraestructura de obra pública en Coahuila. Y eso son datos objetivos. En 2016, por ejemplo, dos mil 410 millones 497 mil 843 pesos pagará Finanzas (con nuestros impuestos, nunca pierda de vista ese detalle) de puros intereses. 

Recuérdeselo al Príncipe cuando le pida favorecer con su voto a uno de los suyos.

@luiscarlosplata