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Elecciones de EU en la era del descontento
Por MARC BASSETS
DES MOINES.- El malestar de los blancos sin estudios superiores —malestar con las élites políticas, con las desigualdades económicas, con los cambios acelerados en las costumbres y la composición étnica del país, con sus propias vidas— es un dato central en la campaña para suceder a Barack Obama en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. El lunes 1 de febrero, en el pequeño Estado de Iowa, arranca el ciclo de caucus (asambleas electivas) y elecciones primarias que, de ahora a junio, servirá para elegir a los delegados que en las convenciones demócrata y republicana designarán al candidato de cada partido para la Casa Blanca.
Políticos como Trump han capitalizado la insatisfacción de la clase trabajadora blanca, según Case. “Está claro que muchos blancos americanos en este grupo demográfico sienten que están en crisis”, ha escrito Case en la publicación Quartz, “y que los candidatos, en el intento de hacerse con lo que será un bloque de votantes sustancial en 2016, están modelando sus programas electorales pensando en un público que se siente cada vez más invisible”.
El desánimo no es monopolio de los partidarios de Trump, el candidato que ha trastocado las normas del juego político con una retórica contraria a Washington, a los inmigrantes, a los musulmanes y a los jefes de su propio partido, el republicano. Es transversal, aunque posiblemente esté más acentuado entre los conservadores.
Tampoco es seguro que el desánimo sea el único sentimiento de los estadounidenses hoy. Es posible, como dice William Frey, el demógrafo que mejor ha auscultado las transformaciones de EU en los años de Obama, que exista una mayoría silenciosa que no comparte la angustia y el pesimismo de los ciudadanos y políticos que más se escuchan en campaña.
“Quizá haya otro grupo de personas que ahora no estemos oyendo, quizá sean más moderados”, dice Frey.
Pero ahora se oye, a la derecha, a Trump, o al senador texano Ted Cruz, que atizan el miedo a los inmigrantes y a todo tipo de angustias existenciales para EU. Y, a la izquierda, el senador por Vermont Bernie Sanders desafía a la favorita demócrata, Hillary Clinton, con un discurso socialdemócrata clásico contra las desigualdades y los abusos de Wall Street. © EL PAÍS, SL. Todos los derechos reservados.