Elogio de la infidelidad (femenina)

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Elogio de la infidelidad (femenina)

Se castiga a la mujer, jamás al varón. Vivimos en una sociedad de hombres, machista. Dura, recalcitrante. Nuestra sociedad es cien por ciento machista. Se tolera la infidelidad masculina, jamás la femenina. En el fondo es una cosa de inferioridad del hombre. Falso varón. Falso hombre el que manda, pero bueno. Una mujer, una esposa tolera que su marido se acueste con una prostituta periódicamente, pero no tolera que mantenga un amorío largo y serio con su… comadre. El hombre de la casa puede acostarse periódicamente y debido a “compromisos de negocios” en otras ciudades con alguna mujer ocasional, pero no ve bien y va a hacer “teatritos” si sabe que su pareja la engaña de tiempo completo con alguna musa de buen ver.

Así funciona el mundo señor lector. Así ha funcionado desde siempre. Manda el varón. No debería de ser así, pero es imposible esa tan llevada y traída igualdad de géneros. En la misma Biblia, si usted la toma como parámetro y conducta de vida, la cabeza de la familia es el varón, no la mujer. Dice 1ª Corintios 11:3: “La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez, la cabeza de la mujer es el varón.” En otro parágrafo se lee: “La esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.” Efesios 5:33. Ahora está de “moda”, digamos, lo que era un secreto a voces dentro los vericuetos del poder, algo que ha pasado siempre y seguirá ocurriendo: el acoso a la mujer por parte de hombres poderosos (el escándalo de Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Woody Allen…).

Cuando la mujer es la que engaña y es infiel, la cosa cambia. La infidelidad es harto penada en sociedades como la nuestra, en teoría igualitaria. Todo es una farsa. Una triste charada. En el 2012, los tabloides y revistas del corazón se cebaron en una pareja de enamorados los cuales no tuvieron final feliz: una de las mujeres más bellas del mundo y más adineradas, de apenas 22 años en ese entonces, Kristen Stewart y luego de haber sido acosada hasta el cansancio, reconoció públicamente que le había sido infiel a su novio, el vampiro descafeinado, el barbilindo  de Robert Pattinson (millonarios ambos de la saga “Crepúsculo”) con el Director de cine, el otoñal Rupert Sanders, de 44 años. El amorío surgió cuando el Director conoció a su joven y apetecible actriz durante la filmación de la cinta “Blanca nieves y al leyenda del cazador.”

Caray, no obstante que son vampiros, este amor no fue eterno. Hoy cada quien jala por su lado al parecer. Fue tal el acoso hacia la pobre niña que sólo puso en práctica lo mejor que sabe hacer, secretar sus hormonas femeninas, que públicamente abdicó y dijo ante la picota: “Lamento mucho todo el daño y la vergüenza causada a las personas más cercanas y a todo el mundo afectado… esta momentánea indiscreción ha puesto en peligro lo más importante de mi vida, la persona que más quiero y respeto, Rob…”

ESQUINA-BAJAN

¿Y la equidad de género? El marido infiel, al cual al final de cuentas le perdonaron la infidelidad, Rupert Sanders, dijo como si estuviese traspasado por una espada flamígera, más emparentado con lloriqueos banales que con la hombría: “Mi hermosa mujer y mis hijos celestiales son todo lo que tengo en este mundo. Los amo con todo mi corazón. Rezo porque podamos superar esto juntos”. Caray, cuánta podredumbre y mentiras. Cuando estaban disfrutando del sexo y su pasión, no pensaban ni en Rob ni en los “hijos celestiales.” En fin, así es la condición humana. Pero, ¿por qué cebarse en la minúscula y bella Kristen Stewart? Sus 22 años le cobraron la factura. No debía haber pedido perdón. Es joven, es soltera y claro, se puede acostar con todo mundo, incluyendo al director el cual imagino, la enamoró con sus dotes de galán otoñal ya entrado en el invierno de su vida. En fin, si conociera a la niña Stewart, ya la tuviese como princesa en mi residencia… aunque me engañe. A semejante manjar no hay que ponerle ningún pero.

Y claro que usted lo recuerda, en el 2014 murió por fin –perdón por decirlo así, pero el hombre ya estaba muerto. Es decir, fue su segunda muerte en honor a la verdad– el líder del grupo argentino “Soda Stereo”, Gustavo Cerati. Murió justo días antes de haber cumplido 55 años. Aunque, tenía cuatro años en coma debido a un problema cerebrovascular que en teoría, le detonó tanto viagra por satisfacer a su joven y apetecible novia, Chloé Bello, de apenas… 22 años de edad en ese entonces. 

Damas y caballeros del Jurado, esa ocasión igual, toda suerte de comentarios se desataron en señalar con índice de fuego a la bella modelo que vive en todo el mundo y se acuesta en cualquier cama del universo (en algún lugar tiene que dormir, no piense mal lector), la vapulearon con coletillas mal intencionadas. Me alzo en contra de estos agoreros y machistas del desastre y de las buenas costumbres maritales. Las señoritas de rechupete aquí nombradas, tienen igual libertad de ponerles el cuerno a novios o maridos por igual. Qué le vamos hacer, tenían antojo y lo tomaron. Así de sencillo.

En lo que concierne al señor Cerati, pues no era grande de edad en sí, lo único que su maquinaria ya no funcionaba.

LETRAS MINÚSCULAS

¿Equidad de género? Eso de ser fiel ya pasó de moda.