Elogio del alcohol

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Elogio del alcohol

¿Cómo mantener la calma, cómo mantener una sana verticalidad, cómo mantener el equilibrio, al menos un delgado y precario equilibrio en nuestras vidas? Lo anterior bajo el siguiente escenario el cual usted ya conoce: vamos volando para el millón de casos confirmados de COVID-19. La suma, todo mundo lo dice en el mundo, es ridícula. Deben de ser al menos cuatro veces más por un motivo: México en uno de los peores países del mundo en aplicar la prueba. Como no se hacen pruebas suficientes recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, el gobierno se lava las manos al decir de las anteriores cifras. Vamos para 80 mil muertes por la mordedura del bicho chino. Recapitulando: van cerca de 800 mil casos positivos y 80 mil muertos. ¿Cómo mantener la calma, la esperanza, la serenidad y cierta salud mental mientras lo anterior es el escenario diario dantesco en nuestro país?

Usted estimado lector ¿cómo se mantiene vivo, cómo son sus rutinas para escapar al bacilo oriental? ¿Cómo le va todo el día y parte de la noche? ¿Aún duerme bien, o ya no puede pegar el ojo? ¿Tiene ansiedad, tiene insomnio feroz? Imagino a usted ya le pegó la peste del insomnio, para decirlo con los habitantes de Macondo de Gabriel García Márquez. Lo mordió el insomnio, pero no el bacilo de ojos rasgados. ¿Cómo se defiende de dicho trastorno o acaso, su trastorno de sueño ya evolucionó a otro estadio tal vez más letal y virulento? ¿Cuántas rutinas de su vida ha cambiado? En fin, ¿cómo se ha defendido de semejante peste bíblica en contra del nanobicho invisible? No poca cosa las anteriores preguntas a vuela pluma.

Le doy los datos para entrar en materia: la pandemia del COVID-19 ha provocado una crisis de salud mental. Los efectos son devastadores, según un estudio reciente de la Organización Panamericana de la Salud, al frente está Carissa F. Etienne. Hasta la fecha de su Informe (18 de agosto), dijo la especialista, la “región de las Américas tiene aproximadamente 13% de la población mundial, pero el 64% de las muertes mundialmente reportadas”. La mala educación, la pobreza y las carencias son nuestro sino y nuestra condena desde siempre.

Sigue la experta: “Los servicios de salud mental y violencia doméstica son esenciales y debemos enfocarnos en abordar las brechas que la pandemia ha dejado al descubierto… nadie debería de sufrir solo y sin apoyo profesional… un tercio de los pacientes que se recuperan de COVID-19 pueden tener cambios duraderos en su estado de ánimo y sufren de ansiedad y depresión”. Si no estamos locos, estamos en vías de estarlo, estimado lector. El Informe no deja duda alguna. Y un estadio vulnerable es el de los niños y adolescentes. También el de los ancianos. Estrato en el cual me cuento desde hace muchas lunas a la fecha. ¿Cómo sobrevivir a esta pandemia?

ESQUINA-BAJAN

Imagino usted tiene sus trucos y mañas para seguir vivo en medio de este cataclismo casi bíblico. Usted lo sabe, el doctor Víctor S. Peña, ha sorteado perfectamente este confinamiento y pandemia en unidad familiar, alternando la cocina natural con su esposa Mayra y practicando un deporte solitario: el ciclismo. También trabaja un estilo de vida el cual sólo se nos da a los solitarios: se sienta a leer e investigar horas, horas de lectura en su biblioteca climatizada en Hermosillo, Sonora. Casi en igualdad de circunstancias y anécdotas, el ibérico Luis Efrén Ríos Vega, magistrado él, sigue manteniendo la vertical y el optimismo merced al ingente trabajo desarrollado en el Tribunal Superior de Justicia del Estado.

El doctor Ríos Vega se la pasa de un lado a otro de su escritorio. Es como si fuese de Estambul a La Haya. Redacta filosas sentencias de trabajo, elabora artículos especializados los cuales serán leídos en varias partes del mundo, programa varios textos para sus libros de investigación y sigue peleando diario con su vecino: un gato de ojos como teas ardientes y pelaje persa. ¿Preocuparse por el bicho? “No tengo tiempo maestro Cedillo”, me dice, mientras ríe de buena gana y brinda con un vino tinto de Ribera del Duero. ¿Cuál es la rutina para jugar al escondite con el bacilo oriental, de parte de gente harto complicada en su agenda como el abogado Gerardo Blanco Guerra, Oficial Mayor del Congreso del Estado; como es el memorándum de la candidata a Diputada local, Edna Dávalos; como mantienen su salud física y mental?

Ya me voy acabando el espacio, en próximo texto de esta saga le contaré de las rutinas cotidianas de este abogado y de la candidata del PRI a una diputación local. Pero, llegamos al quid de la cuestión: ¿cómo mantener la salud mental, cómo me he mantenido cuerdo al final de cuentas, luego de meses, infames meses de tener media vida? Voy a hacer de nuevo mi confesión pública la cual la he repetido con ésta, al menos tres ocasiones: le he subido grados a la ingesta de alcohol. Y como no tengo botella ni brebaje aborrecido, me he zambutido de todo un poco. Ojo: no es un honor ni blasón, pero lo he hecho para no enloquecer en esta vida la cual ya no es vida. Dijo Carissa F. Etienne de la OPS: “Todos estamos sufriendo…”

Le doy la razón. ¿Estoy haciendo bien o mal? No lo sé ni me interesa averiguarlo, sólo sé de su resultado positivo hasta ahora. ¿He escrito briago? Jamás lo he hecho. Escritura y alcohol contra lo pensado y afirmado por mucha gente, son vicios excluyentes. Son líneas paralelas las cuales jamás se cruzan. No en mi caso. Con el alcohol se escriben líneas en el viento. Allí se quedan. La escritura seria se deletrea en el basalto. Así de sencillo. ¿Elogiar el vicio del alcohol? Lo prefiero, en lugar de enloquecer.

LETRAS MINÚSCULAS

Sentido/destino. El anagrama acompaña mi vida y mi oído. Vamos iniciando.