Se trata de una extradición muy mediática y por lo mismo se ha realizado con cautela, de hecho, el gobierno español, a través de todas sus dependencias, ha sido renuente a proporcionar información y en todo momento remitió el asunto a las autoridades mexicanas.
No obstante, en lo referente a las extradiciones, España nunca proporciona información por cuestiones de seguridad, y deja prácticamente en exclusiva toda la información del caso al país que reclama al preso.
El operativo para recogerlo en la cárcel fue muy rápido y discreto, sin ningún tipo de medida de seguridad extraordinaria. Hasta la prisión de Navalcarnero, en las afueras de Madrid, llegó un vehículo de la Policía Nacional y 15 minutos después abandonó la cárcel ya con Lozoya a bordo de la unidad completamente cerrada y blindada.
Posteriormente se dirigió a un aeropuerto madrileño, todo indica que Barajas, aunque la otra opción será Torrejón de Ardoz. Ahí el gobierno de España entregará oficialmente al ex director de Pemex a las autoridades mexicanas, encabezadas por el agregado de la Fiscalía General de la República en España y Europa, Luis Alejandro Vázquez.
Con información de Milenio