De acuerdo con estadísticas del IMSS, en Coahuila se perdieron 17 mil 804 plazas de empleo formal en diciembre pasado, cifra que coloca a esta entidad en el sexto peor lugar del ranking nacional.

 

Además, una comparativa del registro histórico estatal permite observar que la caída del empleo al cierre de 2017 fue más honda que la de cualquier mes de diciembre del sexenio que recién concluyó.

 

En general, según cálculos realizados, de todo el país las tres entidades que mayor deplome laboral formal registraron el mes pasado fueron la ciudad de México (-56,263), Nuevo León (-32,395) y el Estado de México (-32, 219).

A saber, de igual modo en que los meses de octubre y noviembre suelen ser de notable alza en contratación de trabajadores formalmente registrada ante el IMSS, dicha estadística se revierte con mayor contundencia al cierre del año, puesto que la mayoría —aunque no todas— de las colocaciones corresponden a empleos de empresas del sector comercio y servicios que se preparan para la intensa actividad que les representan las ventas navideñas y de año nuevo.

 

Así, este marcado altibajo estacional podría pasar relativamente inadvertido; no obstante, es de llamar la atención que, en el comparativo histórico al menos contra los seis años previos, como en Coahuila,  la caída del empleo a nievel nacional (-337,536) el mes pasado fue la más profunda, aunque no en todos los estados ocurrió igual.

Por ejemplo, en el Edomex se perdieron 32,219 plazas el mes pasado contra -34,926 en igual mes de un año atrás, y BCN perdió 23,351 contra 27,759 de un año atrás o en Sonora -14,953 vs -16,109 de diciembre de 2016.

 

Contrario a todos, resulta el caso de Guerrero, donde no sólo no perdió empleos formales, sino que es la única entidad que marcó un registro positivo de 1,836 colocaciones, y aunque hay analistas que igualmente atribuyen el dato a que, tratándose de el inicio de invierno, muchos turistas nacionales e internacionales —por el destino de Acapulco y otros municipios— son los que permiten a esta entidad el ir contra  la corriente de caída del empleo. Aunque curiosamente eso no sucede en el caso de Quintana Roo —donde se ubica el destino de Cancún— pues el estado perdió 13,355 plazas, o Sinaloa —donde se ubica Mazatlán— donde se perdieron 2,585 puestos laborales formales.