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‘Es bueno y amable, pero también egoísta y malcriado’
ESTIMADA ANA:
Hola Ana, le explico mi problema: tengo 27 años y llevo 6 y medio con mi novio: él es un pan de Dios, es bueno, amable, me llena de atenciones, es caballeroso y educado, pero al mismo tiempo es un cabezón, egoísta y a veces hasta malcriado.
Yo lo quiero mucho, y él a mí también… supongo. El problema es que desde hace algunos meses ya no me siento feliz a su lado, hasta el punto de no querer ni siquiera besarlo. Me molesta todo lo que hace e incluso estoy empezando a portarme mal con él, sin querer.
Armo pleito por cualquier cosa, por tonterías insignificantes y le contesto mal si algo me pregunta. Con todo eso y más, él sigue a mi lado, queriéndome.
La verdad es que a veces pienso que me quiere tanto que no podría vivir sin mí y otras creo que está conmigo porque cree que no encontrará a otra mujer. En resumidas cuentas, lo quiero dejar por muchos motivos, entre otros no confío en él, no precisamente porque piense que me está poniendo los cuernos ni nada de eso, sino que siempre se la pasa diciéndome mentiras “piadosas” o hace bromas que solo reflejan su grado de inmadurez.
Es demasiado egoísta, siempre se tiene que hacer lo que él diga, cumplirle el capricho de cualquier cosa y ya después vemos qué es lo que yo quiero. Creo que hasta aquí todo está más claro que el agua.
Casualmente, nuestras familias se conocen de toda la vida y olvídese, están súper contentos de que seamos novios, por obvias razones, me siento más presionada, pues no me atrevo a terminar con él, pues siento como si no solo estuviera rompiendo nuestra relación, sino con el resto de la familia.
Estoy casi segura que todo el mundo me juzgaría, que todo el barrio hablaría mal de mí si doy ese paso, por dejar al pobre muchacho con lo bueno que es...
No sé si me estoy dando a entender, pero mi cabeza está echa bolas, ahora mismo ni siquiera estoy segura de dejarlo porque la verdad es que cuando estamos bien, estamos bien de verdad y me siento la más feliz del mundo.
Otra situación por la que estoy pasando es que de plano casi no hablo con mis amigos y no precisamente porque él me lo impida, sino porque no pensamos igual, y por lo mismo, tengo miedo de quedarme sola, sin él y además, sin mis amigos, que ya de por si ni los veo.
FABIOLA
ESTIMADA FABIOLA:
Punto número uno: no te sientes feliz. ¿Para que sigues con él? Punto número dos: jamás permanezcas en una relación solo por compromiso o solo porque te trata bien, pero menos continúes por no herir a terceras personas o por “separar” a ambas familias.
Cuando uno empieza a enumerar los defectos de esta manera, no hay vuelta de hoja, las cosas no son como antes, algo grave está ocurriendo y a veces nos cuesta aceptarlo y decidirnos.
Son más fuertes los argumentos para terminar que para permanecer. No puedes ir por la vida pensando en el “qué dirán”, si los vecinos o la familia te critica por abandonar a ese buen hombre. Te recomiendo que mejor pienses en ti y en tu verdadera felicidad y si no está a su lado, no hay nada más qué pensar, y ano le des vueltas al asunto.
ANA