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Estados Unidos: una muy tensa espera de resultados
Cuando estábamos a punto de irnos a dormir, cerca de la media noche, tiempo del centro de México, asumiendo que habría que hacer acopio de paciencia para saber quién será el próximo presidente de los Estados Unidos, el campo de batalla se incendió.
La chispa inicial -indirecta, si se quiere- fue lanzada por el demócrata Joe Biden, quien salió en su estado natal, Delaware, a expresar su “optimismo” en un resultado positivo para su candidatura y solicitando paciencia a la ciudadanía porque lo más probable es que el resultado final de la elección de ayer no se conozca ni siquiera hoy.
La respuesta de Trump tardó unos cuantos segundos en llegar y lo hizo utilizando su herramienta favorita: la red social Twitter. Fiel a su estilo, el republicano no se anduvo por las ramas y afirmó que sus opositores estarían tratando de “robarle” la elección y adelantó que nunca se los permitirán, además de anunciar que realizaría una declaración anoche, pero que al momento de cerrar este comentario no había ocurrido.
Se trataba hasta entonces, justo es decirlo, tan solo de manifestaciones verbales o escritas, pero con la suficiente virulencia como para hacer temer lo peor: un clima post electoral muy tenso que podría desbordarse en cualquier momento debido a la rijosidad de los partidarios de Trump.
Así pues, lo que parecía una jornada electoral marcada por una histórica participación ciudadana y la civilidad de los principales contendientes, se convirtió en un mar de animosidad que podría actualizar los peores temores de quienes, en las vísperas del “Día D” tapiaron las fachadas de sus negocios en la capital estadounidense.
Las horas que siguen serán por ello muy tensas y seguramente el ambiente permanecerá inundado por las declaraciones de quienes, de uno y otro lado, reclamarán el triunfo para sí. Hacer esto, por cierto, es perfectamente válido, siempre y cuando no se sobre calienten los ánimos o se induzca con las declaraciones propias al reclamo violento del triunfo.
Para quienes en México han sido testigos de innumerables etapas post electorales tensas, el que tras la jornada comicial los ánimos se pongan caldeados podría no parecer relevante, pero es que en el caso de los Estados Unidos estamos hablando de otra cosa: de la nación con el mayor número de armas en manos de los ciudadanos de a pie.
Lo deseable es por ello que quienes encabezan los dos bandos en disputa se comporten con responsabilidad extrema y hagan lo necesario para evitar que la tensión creciente con la cual cerró la jornada de ayer se desborde y que la disputa por los votos se mantenga en los cauces institucionales.
Y que esto ocurra es necesario no solamente para la sociedad estadounidense sino para el mundo entero. Porque, a querer o no, Estados Unidos es una de las locomotoras -hoy todavía la principal- que se encuentra en la punta del ferrocarril en el que vamos montados todos.
Un clima post electoral muy tenso que podría desbordarse en cualquier momento debido a la rijosidad de los partidarios de Trump.