Para 2020, el salario mínimo es de 123.22 pesos en casi todo el país, con excepción de la Frontera Norte – en la que es de 185.56 pesos.
Es decir, el patrón debería pagar máximo, por un mes de trabajo, 3,696.60 pesos a cada trabajador. Si la contingencia dura más tiempo, no está obligado a cubrirlo.
En entrevista para El Heraldo de México, el abogado Manuel Fuentes señaló que los empleadores que tomen la medida de despedir a sus empleados podrían hacerse acreedores a multas por hasta 88 mil pesos y enfrentar juicios promovidos por los trabajadores afectados.
Una vez terminada la emergencia sanitaria, las empresas podrán recortar personal siempre que los despedidos reciban su liquidación de ley incluyendo prima de antigüedad equivalente a doce días de salario por cada año laborado.
El único caso en que los patrones podrían dejar de pagar las indemnizaciones o reducir salarios es si pueden demostrar ante un juez en materia laboral que no cuentan con la capacidad económica para cubrir estos montos.