ESTIMADA ANA:
Crecí en la mejor familia que puede haber. Mis padres siempre nos inculcaron que el estar unidos, cuidarnos y respetarnos como familia era lo mejor y definitivamente lo comprobé con el pasar de los años.

Mis hermanos y yo llevamos una relación excelente, entre nosotros no existe ninguna dificultad de ningún tipo. Cada fin de semana comemos juntos, nos vemos en la casa de nuestros papás con nuestras parejas e hijos.

Otra de las costumbres que tenemos como familia es viajar, al menos una vez al año todos juntos. Estos viajes nos han llenado de grandes experiencias y satisfacciones. Nos han servido para conocernos aún más y también a nuestras respectivas familias.

Apenas hace un año que contraje matrimonio y aunque todo al principio iba muy bien, ahora mi esposa me comentó que este próximo verano no quiere salir de vacaciones con el resto de mi familia.

Esta situación me está generando un conflicto que no sé cómo abordar. Ella quiere que pase ese tiempo solo con ella, sin la presión de estar con toda la familia y estar dependiendo que planes tiene uno o el otro (me refiero entre mis hermanos, mis papás o sobrinos).

Pero lo que más me sorprendió fue que ella me dijo que si yo así lo quiero, puedo irme con mi familia y ella llega el fin de semana, que por ella no hay problema. Yo estoy entre la espada y la pared, pues quiero estar con ellos pero también me gustaría compartir por primera vez con ella las vacaciones.

Sé que si comento todo esto con mi familia se van a desconcertar, pues nunca nadie había propuesto tal cosa. Todos damos por hecho que vamos todos, pues finalmente es una vez al año y podemos programarnos.

Por otro lado, si le digo a mi esposa que me voy solo con ellos, sé que también se puede molestar, pero tampoco quiere ceder e irnos todos juntos. Entiendo la postura de ambas partes, pero me siento en medio de todos.

No sé cómo arreglar este conflicto sin que alguien salga dañado, ni mi familia, ni mi esposa. Gracias por su ayuda, 
RUBÉN

ESTIMADO RUBÉN:
Verás, hay ciertas ocasiones en la vida en que hay que tomar una decisión, por más difícil que parezca. Es obvio que la decisión que tomes no será del agrado de todos, pero es tu vida y, como adulto, eres responsable de lo que quieres que suceda.

Sería un error comenzar a tomar decisiones el función de los demás, porque corres el riesgo que los demás se conviertan en alguien más importante que incluso tú mismo.

Es una situación incómoda definitivamente. Dices que siempre ha existido un apego muy arraigado en tu familia y es normal y los felicito por ello, pues en estos tiempos encontrar familias que comparten hasta las vacaciones es casi un sueño, algo imposible de lograr.

Hay otros casos en los que se tiene un apego igual de intenso con la pareja. Incluso hay muchas familias a las que esta situación no les agrada del todo y que les genera cierto tipo de problema o resentimiento hacia el hijo (o la hija). Pero esta reacción es también algo normal y parte de un proceso de adaptación y madurez en las relaciones.

Debes de entender que la decisión que tomes es algo temporal, que si decides ir con tu familia o quedarte con tu esposa, no significa que así vaya a ser siempre. Quizá tu esposa aún no se siente en confianza para salir todos juntos, o tal vez quiere pasar más tiempo sola contigo y se entiende, pues están recién casados.

Estoy segura que podrás llegar a un equilibrio de todo esto. Pierde el miedo a que alguien se va a molestar por tu decisión, pues si continuas con esa inseguridad y piensas que nadie entenderá tu posición, la final no podrás tomar ninguna decisión. Tanto tu esposa como tu familia, sabrán entenderte, siempre y cuando lo hagas convencido y realmente quieras hacerlo.
ANA