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Estremezcamos esta nación: Marichuy Patricio
Frente al edificio de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde encontraron el cuerpo de una estudiante una mañana de mayo de 2017, María de Jesús Patricio, mejor conocida como Marichuy, llevó una caravana de decenas de mujeres al lugar.
“No fue suicidio, fue feminicidio”, gritaban las voces femeninas el martes pasado en protesta por el caso. Patricio no se une a los coros, avanza en silencio por el circuito principal de la Ciudad Universitaria.
Es un patrón en los eventos de la aspirante a la presidencia de México, la primera mujer indígena en buscar el máximo cargo público del País: mientras los que la rodean cantan consignas y hablan sobre los problemas de la sociedad mexicana, la médica tradicional mira y escucha en silencio, para después dar un discurso breve a sus simpatizantes. “Nuestra lucha no es por el poder o por votos electorales, buscamos algo más grande”, dice ante cientos de personas en la explanada de Rectoría de Ciudad Universitaria. “Buscamos la conciencia colectiva de abajo. [...] Estremezcamos juntos esta nación”.
Sus palabras aluden a los discursos del subcomandante Marcos, durante la contienda electoral de 2006, cuando el vocero del zapatismo se autodenominaba el Delegado Zero.
Llegar a la meta de firmas no es la prioridad de algunos de sus simpatizantes. “Si esto no se logra por lo menos ya nos conocemos, los que hemos permanecido callados en otras elecciones”, comenta Katian Tijerina, estudiante de la Universidad Autónoma Metropolitana, de 23 años.
Desde su nombramiento como aspirante presidencial, Patricio no ha especificado sus propuestas gubernamentales y sociales. Ella ha denominado su movimiento como “iniciativa organizativa”, la cual busca promover la asociación de comunidades, en especial de mujeres para participar en las decisiones políticas.