Mis sueños por lo general son aburridos, como sacados película de Reygadas. Sin ni siquiera un score o banda sonora que los amenice. No obstante, mi suerte parece estar cambiando en las últimas semanas.

1. Celebré que reciéntemente en una de mis tantas horas de sueño escuchara el intro de “Love Song” de The Cure, tocada con un clarinete de banda. Ignoro si los fans de Robert Smith y compañía aprobarían esta versión; pero, bueno... Qué se puede esperar de los fans. Son los tipos más cerrados del mundo.

2. De un tiempo a la fecha, ser fanboy parece haberse convertido en un derecho humano, uno incluso más valordo que el mismo derecho a la alimentación o vivienda. Hace semanas, la (aparente) pasión desbordada, desatada tras el estreno de Batman v Superman: Dawn of Justice no dejó lugar a dudas. Puristas contra turistas, marvelitas contra incondicionales de DC... Incluso hubo quien revivió el desafortunado comentario de Alejandro González Iñárritu sobre el género de superhéroes. En todo caso, la discusión, lejos de convertirse en algo profundo, terminó en más bien pareciéndose a un pleito de escuela durante la hora de recreo.

3. Aún viene lo peor. Cuando se estrene Captain America: Civil War, de nuevo, las redes sociales estarán plagadas de discusiones estériles. Luego la polémica irá cediendo terreno conforme se acerque el próximo gran estreno de otra película basada en algún cómic y así sucesivamente. Los más fanboys, por su parte, no se complicarán la vida. Simplemente manifestarán su odio hacia todo(s) lo(s) que se incline(n) hacia el lado de Marvel o de DC o cualquier cosa que suene o se parezca al mainstream. Yo no me quejo. Me agradan estas películas por lo que son y cuando trato de sobreintelectualizarlas me doy un zape para disfrutar mejor mis palomitas.

4. Como dije, mis sueños han mejorado últimamente y una de las razones ha sido tanta película de superhéroes. Uno de los más épicos fue un mashup de los Vengadores con los X-Men. Fue genial porque tenía más coherencia que todas las películas de ambos equipos juntas y, sobre todo, porque al mismo tiempo resultaba más verosímil. Por si fuera poco, lograba entrevistar a varios de los mentados superhéroes y me llevaba la exclusiva. Delirios de periodista supongo.

5. Lo que sigue sin aparecer en mis sueños es música decente, sobre todo para este tipo de episodios. Y vaya que existe material de sobra al respecto: The Ramones con “Spiderman”, “Superman” de Eminem o incluso el “Batdance” de Prince. No obstante, si me diran a escoger, eligiría  “Ghost Rider”, ya sea la versión original de Suicide o el cover que luego hizo Rollins Band para el soundtrack de The Crow.

6. El personaje creado por James O'Barr es, por mucho, la adaptación de cómic a cine de mayor culto. En un inicio se debió en gran parte a la muerte de Brandon Lee durante la filmación. No obstante, la naturaleza de la obra original del filme rebasaron al morbo. ¿A quién no le han roto el corazón y se le ha ido la vida en ello, tratando de enmendarlo? Los Vengadores y Batman y Superman y cuántos más se les antojen podrán presumir de hacer volar ciudades en pedazos y “salvar” al mundo, y está bien, se supone que es lo que debe hacer un superhéroe. Sin embargo, sólo El Cuervo lucha por lo que realmente vale la pena.