Feminismo contra machismo

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Feminismo contra machismo

En México cada 24 horas se asesina a seis mujeres, según la ONU. “México se hartó de la violencia machista: Más de 6,000 personas marcharon de Ecatepec, -el municipio con el índice de feminicidios más alto del país- a la capital mexicana para pedir un alto a los feminicidios y la violencia de género.”  En Saltillo también marcharon y  con justa razón: En el 2012 en Coahuila se atendió a 3 mil mujeres en situación de violencia, en el 2015 fueron 33 mil. Se dice que es porque ahora hay más denuncias. “Una mujer que no sabe agarrar el trapeador, para mí no sirve" dijo el cantante Julión Álvarez. La afirmación, hecha en uno de los peores momentos históricos, es una señal de que existen prejuicios, estereotipos infundados y erróneos. Cuestiones culturales, costumbres del entorno familiar, social o educativo que asignan ciertos roles a las mujeres y a los hombres, solo por su género. “Los miembros de la pareja deben conocerse mejor entre ellos, para que el criterio de la distribución de funciones y papeles sea acorde con sus habilidades y destrezas.” También hace falta un mayor reconocimiento del arduo trabajo del hogar, ya que en ocasiones ni se le considera como tal. En el ámbito profesional  las mujeres tienen la misma o más capacidad que los hombres, hay algunos que no les gusta que las mujeres sean sus jefas y se niegan a obedecerlas.  

El discurso feminista está en su apogeo. Existen ahora instituciones como la Secretaria de las Mujeres,  Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres. Desde mi punto de vista existe una parte de ese discurso que en ocasiones se desvía y tiende a enfrentar a hombres contra mujeres, a dividirlos en bandos, más que buscar puntos de unión y buscar la complementariedad. Hay una parte del discurso que propugna más que equidad, casi por una igualdad total. Hombre y mujer son diferentes y, sin embargo, iguales en cuanto personas, en derechos y dignidad y el sentido de las diferencias está en la complementariedad, no en la competitividad.  Las diferencias que establece la biología en una etapa temprana de la vida se orientan a la ayuda y el perfeccionamiento mutuo. Si la biología fuera una persona estaría demandada por discriminatoria: la diferenciación del cerebro de hombre y mujer comienza en la gestación y depende de las diversas hormonas que la placenta excreta en función del sexo del embrión. No se trata sólo una cuestión de genitalidad o diferencias morfológicas como la capacidad de embarazarse. El cerebro del niño recibe un baño de testosterona que afecta su capacidad de comunicación y lenguaje, aspectos que son superiores en las niñas que nunca reciben ese baño. “Cuando un hombre quiere conocerse  bien a sí mismo, requiere relacionarse con una mujer, porque hay segmentos de la masculinidad y de la feminidad que sólo se desvelan en el encuentro con una persona el otro sexo. La igualdad en cuanto personas es compatible con la diversidad psicosexual. La gran paradoja de los diversos movimientos feministas radica precisamente en el intento de desnaturalizar el heteromorfismo cerebral en el que se sustenta la diversidad personal. Cuanto menos trate la mujer de imitar al varón, o viceversa, tanto más será ella misma, el mismo y mayor será su potencial de complementarse.” Una cartulina que portaba una de las mujeres que marcharon en Saltillo decía: “Si el Papa fuera mujer el aborto seria legal.” No me explico, ¿Que tiene que ver el aborto, acto violento, con evitar la violencia hacia las mujeres?  Desde mi punto de vista este mensaje le hace perder credibilidad a una causa justa, la que  busca evitar el feminicidio, el acoso y la violencia contra las mujeres.