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Fernando I de Piedras Negras
Por la Libertad de Expresión, mi solidaridad con Rosa Esther Beltrán.
El 10 de agosto de 2016, a las 8:36 de la mañana, el alcalde de Piedras Negras, Fernando Purón Johnston, publicó en su cuenta de Twitter, @PURONJOHNSTON, lo siguiente: “A pesar de 900 solicitudes de información que la delincuencia organizada, por medio del Ex-Candidato del PAN (1/3) A la presidencia municipal de #Piedras Negras en 2013, realizó en las últimas semanas por medio del @icaicoahuila (2/3) #Piedras Negras es de los municipios mejor evaluados y mejor cumplidos según el @icaicoahuila, aquí los resultados (3/3)”.
Cuando menciona al “Ex-Candidato del PAN a la presidencia municipal en 2013”, hace directa referencia a Armando Ignacio García Villarreal, acusándolo de vínculos con la delincuencia organizada. Días más tarde el propio García Villarreal declaró haber hecho uso de su derecho a solicitar información, derecho que la ley reconoce a todo ciudadano.
Con base en la información que el propio Ayuntamiento de Piedras Negras entregó al Instituto Coahuilense de Acceso a la Información y, mediante el mismo instituto, a García Villarreal, éste hizo públicas una serie de irregularidades, omisiones y gastos excesivos ordenados o efectuados por el alcalde Purón Johnston. Estos hechos deben ser aclarados o denunciados por los posibles delitos que en ellos se enmarcan.
Conozco personalmente a los dos personajes desde hace muchos años. No puedo decir que Fernando sea mi amigo pero tenemos muchos amigos y conocidos en común y las pocas veces que nos hemos visto cara a cara, nos hemos saludado cordialmente. Ni su persona ni su gobierno han llamado mi atención. Hay tanto qué analizar y discutir que resulta difícil abarcarlo todo.
Tanto la familia Purón como la familia de Nacho García Villarreal son conocidos en Piedras Negras como gente honesta, de trabajo y esfuerzo. Hasta donde sé, no han heredado grandes fortunas, su patrimonio es fruto del esfuerzo en una economía mediana como la de Piedras Negras. Si existieran fortunas repentinas serían inmediatamente detectadas y, siendo políticos ellos, claramente señaladas. En suma nada malo que señalar, familias honorables y trabajadoras.
Nacho es mi amigo desde hace décadas. Nos han unido causas comunes y hemos tenido grandes desacuerdos, resultado natural de nuestra convicción democrática, como personas formadas en la libertad de pensamiento y de acción. Esa libertad me llevó a abandonar el PAN, Nacho decidió permanecer en el partido, nunca lo consultamos ni lo discutimos; en nuestra cultura no cabe el grupismo ni el corporativismo. Somos a tal extremo demócratas que tal vez en ello radique nuestro afortunado y profundo fracaso en el clima autoritario que priva en Piedras Negras y en Coahuila.
Fernando, en cambio, hizo su carrera política como se hace en el PRI. Sus formas son las del más antañón estilo de hacer política. Caravana por aquí y caravana por allá. Su mérito tendrá. Cuando llegó el cambio generacional al partido hegemónico local, Fernando era el campeón de las caravanas y, claro, el régimen lo premió.
Fernando llegó a la alcaldía en 2013. Como Alcalde, el caravanero, se volvió prepotente y, en el mejor de los casos, soberbio. Suele responder a la menor crítica a su gobierno cual dictadorzuelo de opereta. Lo suyo es amenazar y tratar de humillar a sus adversarios. Olvida Fernando que esos tiempos ya se fueron para no volver. La sociedad es mucho más crítica, la comunicación fluye con amplitud y rapidez. Piedras Negras ya no es el pueblo que controló por décadas un rancio caciquillo. Las rabietas de Fernando, como las de un niño mimado, dan pena, sino es que risa.
Acusar a Nacho García de tener nexos con el crimen organizado es un despropósito y un exceso desmedido. “Fernando I de Piedras Negras”, ya no mide sus palabras. Olvida que es Alcalde de todos y está obligado a comportarse como tal. Responder solicitudes de información es una de sus obligaciones legales. No nos hace ningún favor, su sueldo se paga con nuestros impuestos. Olvida la principal regla del autoritarismo acuñado por el PRI: el poder tiene un final y el suyo está cerca.
Hoy en día Nacho García Villarreal sigue siendo el abogado de siempre, se sostiene de su trabajo como cualquier ciudadano. Después de muchos años en la política, vive en la moderada medianía que recomendaba Benito Juárez. A veces bromeamos: “¿seremos más bien fruto de la adversidad económica inexplicable?” Serlo en política, brinda enorme libertad para decir y hacer todo aquello que dicta la ética profesional. ¿Podrá Fernando decir lo mismo? ¿Nos podrá compartir su declaración 3de3? ¿Nos podrá informar con qué patrimonio llegó al poder y a cuánto asciende hoy? ¿Nos podrá aclarar los gastos desmedidos o inexplicables que su propio Gobierno respondió o dejó de responder en las solicitudes hechas por Nacho García? Son preguntas. Como ciudadano tengo derecho a cuestionarlo. Como político y funcionario público él esta obligado a ser transparente ante el pueblo.
@chuyramirezr
Facebook: Chuy Ramírez