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Festival de Cine Venecia: caníbales que decepcionan y novelas del XIX que emocionan
El director francés Stéphane Brizé emocionó hoy con "Une vie", su elegante versión de la novela de Guy de Maupassant que se estrenó en el Festival de Venecia, donde en cambio los caníbales de Ana Lily Amirpour en "The Bad Batch" decepcionaron a la crítica.
Brizé, que viene de un cine marcadamente social como "La loi du marché", con la que Vincent Lindon consiguió el premio al mejor actor el año pasado en Cannes, da un giro en su carrera adaptando a la gran pantalla la primera novela de Maupassant, que comenzó a publicarse por entregas en 1883.
Al director le atrajo la inocencia, el candor y la inmensa fe en el ser humano que tiene la protagonista de esta historia en la que Judith Chemla encarna a la hija única de un acaudalado artistócrata que se casa con un vizconde necesitado de dinero del que está platónicamente enamorada.
Tras el matrimonio, el marido revela su verdadera personalidad, un hombre que no está interesado en ella y que la traiciona con otras mujeres. Enviuda y vuelca todo su amor en su hijo, que al crecer se embarca en una vida descontrolada, contrae deudas y huye a Inglaterra aunque sigue pidiendo dinero a su madre hasta llevarla a la ruina.
El realizador cuenta la historia intercalando los numerosos recuerdos felices de infancia de la mujer, su apego a la vida y a la naturaleza.
Es una mujer, dijo Brizé, que se ha quedado aferrada a su infancia feliz y el paso a la edad adulta no le hace perder la ingenuidad. "Es hermoso pero trágico al mismo tiempo", apuntó el cineasta, que por momentos casi ofrece un documental de la época de finales del siglo XIX.
La elegante puesta en escena y armonía con la que fluye "Un vie", la segunda película francesa a concurso, contrasta con la desconcertante "The Bad Batch", la película de la británica Ana Lily Amirpour, que ambienta una relación de amor en un mundo distópico y en la que resuenan los ecos de Tarantino, el western o el cine de serie B, entre otros.
"Es un cuento de hadas de acción y aventuras en el desierto", describió la propia Amirpour en rueda de prensa.
La directora compone una crítica al sueño americano y esa sociedad que rechaza por igual a inmigrantes, marginados, delincuentes o trastornados a través de la historia de una joven (Suki Waterhouse) que en el desierto de Texas cae presa de una comunidad caníbal, donde sufre amputaciones de sus extremidades.
Consigue escapar y un indigente (un irreconocible y mudo Jim Carrey) la lleva hasta un lugar llamado irónicamente "Comfort", donde una suerte de líder (Keanu Reeves) somete a la población con drogas. Pero ella no se resigna a ese destino y une su suerte con la de un caníbal.
La película, en la que también participa el mexicano Diego Luna, es un viaje, una aventura, "una carta de amor a algo americano", dijo Amirpour. Me encanta Estados Unidos, pero las cosas que me gustan no son perfectas", explicó la realizadora, que reside en Estados Unidos y rodó esta película tras el éxito en Sundance de "A Girl Walks Home Alone At Night".
El spaghetti western y el western en general, "El topo", de Alejandro Jodorowsky, "The Princess Bride", "Romancing the Stone" o "Never Ending Story" son, según dijo, las películas que le han influenciado en esta historia que cuenta con un divertido y sangriento arranque, aunque no consigue mantener hasta el final la emoción.