De los finales de estas ocho cintas se ha hablado entre amigos, en críticas y en foros de internet, pero si es de los que no ha visto alguna, tenga cuidado, es imposible tratarlos sin desgranar la trama. ¡Aviso aquí hay "spoilers"!.
TAXI DRIVER (1976)
"Taxi Driver" es, sin duda, una de las obras maestras de Martin Scorsese, con Robert De Niro sembrado en el papel de Travis Bickle. Travis es un taxista de Nueva York insomne con una conducta asocial y una personalidad que roza la psicopatía. Detesta las calles de la ciudad llenas de “deshechos humanos”, como los llama el propio personaje.
Travis viaja en su delirio, aislado y solitario. En su camino se encuentra con dos mujeres. Una es Betsy, que lo rechaza y a cuyo jefe, un senador, quiere asesinar. La segunda es Iris, una menor explotada sexualmente a la que pretende “salvar” de esa vida.
Para ello, acude al burdel en el que es prostituida y acaba con el proxeneta de la joven y con todos los que se cruzan en su camino. También él resulta herido grave.
Finalmente, en la habitación de Iris intenta suicidarse, pero no tiene balas. Se sienta en un sofá y entra la policía. En ese momento, con sus dedos escenifica una pistola disparando a su sien, echa la cabeza hacia atrás y queda en una postura inerte que el director recoge con un plano cenital.
Hasta ese momento, todo bien. Sin embargo, el epílogo es lo que despista a los espectadores. Travis reaparece como un héroe que salva a Iris. Para muchos, esta parte es solo el delirio moribundo del protagonista.
Esta es una teoría que ni De Niro ni Scorsese ni Paul Schrader, el guionista, han confirmado nunca.
“No tengo ningún problema con ese final, pero no era lo que yo intentaba”, dijo el guionista. Según él contó en otras ocasiones, el final de Taxi Driver apuntaba más hacia el retrato de una sociedad que idolatra a los tipos malos.