Frank Sinatra está resfriado

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Frank Sinatra está resfriado

Uno de los escritores-periodistas quien es considerado padre del “nuevo periodismo” es Gay Talese, hijo de inmigrantes italianos. 

Junto con Tom Wolfe, Truman Capote y Norman Mailer llevaron el periodismo tradicional y normal, a niveles narrativos de excelencia. Ya luego se le empezó a llamar “literatura de no ficción”. Las etiquetas salen sobrando, lo importantes es que hace 50 años (51 para ser exactos) un periodista de 33 años, en 1965, escribió el perfil definitivo de uno de los cantantes más emblemáticos; no  cualquier voz, sino “La Voz”, Frank Sinatra. El periodista era Gay Talese y éste redactó “Frank Sinatra está resfriado”, una pieza perfecta de periodismo y narrativa a la vez, la cual se publicó en la revista “Esquire”. 

Su prosa, a mata caballo, entre la  ficción, la crónica y la narrativa, está al servicio de la noticia, de la entrevista, del personaje mismo o bien, sobre él mismo. 

Es autor de un puñado de obras completas y redondas como “Los Hijos”, “Honrarás a Tu Padre” y “Vida de Escritor”, por citar los más emblemáticos. Es un santón vivo al día de hoy. Ya no hace entrevistas, se hace fila para ponerle una grabadora y explorar, husmear en su mundo donde las estilográficas siguen participando activamente en su creación y donde el papel y la corrección a mano de sus originales, es un delicado proceso artesanal, lejos de la producción en serie y en línea, de un ordenador personal enchufado de tiempo completo a Internet. Para él, basura. 

Hijo de un sastre —como lo es este escritor y periodista, pero sin el talento del ítalo-americano—, Gay Talese en su célebre entrevista para “The Paris Review” (número 189, verano de 2009), confesaba de su muy particular manera de trabajar: escribir despacio para no ahogar el “borrador con palabras”. Para ello, primero las pica a máquina, luego las deja sobre su escritorio (acaso, con tachuelas de sastre) y las observa y corrige; si le convencen en esta revisión, las pasa al ordenador. Escribe como si cosiera una pieza única, un traje, una camisa sobre medida; milimétrico el pespunte y la urdimbre. Es tal su dedicación artesanal a la confección de sus prendas-libros, que “Los Hijos” le tardó 10 años en escribirlo y dejarlo listo para su lectura: un retrato de la inmigración italiana (Little Italy) a Nueva York. 

Hoy, el sastre Talese está de nueva cuenta en la punta de la ola, de la gloria periodística y literaria. Para celebrar esta pieza magistral del nuevo periodismo, “Frank Sinatra está resfriado”, la poderosa editorial Taschen ha publicado un libro con este texto de colección.

Esquina-bajan
El volumen edita fotografías poco conocidas o inéditas de Philip Stern, que tenía en sus archivos sobre Sinatra. Pero lo más valioso del libro es que se edita la carpintería, el taller, la sastrería secreta de Talese, sus remiendos y zurcidos visibles e invisibles cuando él y sus editores negociaban y se ponían de acuerdo o se querían poner de acuerdo, con los representantes y con el mismísimo Frank Sinatra, para la entrevista con “La Voz”.

El libro es espectacular. Vienen las notas de Talese a las preguntas, al cuestionario propuesto, notas sobre notas a las mismas preguntas y respuestas; anotaciones al margen, episodios como en una secuencia cinematográfica y una y otra vez la redacción pulida hasta lograr el mayor diamante del periodismo jamás escrito hasta entonces. De hecho, el texto de Gay Talese fue considerado “la mejor pieza de periodismo de los años 70” del siglo pasado. La historia de dicho encuentro entre el periodista y el cantante  tuvo suficiente drama, misterio y valor (el reportaje como tal), que el productor Scott Rudin ya compró los derechos para una película que dirigirá uno de los mejores directores vivos (claro, no es Alejandro Iñárritu), Martin Scorsese.

Una probadita del mejor Talese: “Frank Sinatra, con un vaso de bourbon en una mano y un pitillo en la otra, estaba de pie, en un ángulo oscuro del bar, entre dos rubias atractivas aunque algo pasaditas, sentadas y esperando a que dijera algo. Pero Frank no decía nada. 

 Había estado callado la mayor parte de la noche y ahora, en su club particular de Beverly Hills, parecía aún más distante, con la mirada perdida en el humo y en la penumbra…” Esto no es literatura, no es periodismo, no; son retazos, girones de vida que de vez en cuando, sólo de vez en vez se materializan en palabras para la eternidad.

Letras minúsculas
El libro ya está a la venta desde diciembre del año pasado. “Frank Sinatra está resfriado”. Gay Talese. Edición de colección para Taschen.