PUEBLA.- Ante la mirada de elementos de la Policía Militar y estatal, decenas de personas, entre ellas mujeres con bebés en brazos, robaron combustible de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), la cual sufrió una fuga en San Matías Tlalancaleca.
Durante este lunes, autoridades municipales emitieron una alerta por una fuga de diesel en la toma clandestina de un ducto de la empresa que pasa a la altura de la comunidad de San Francisco Tláloc de dicho municipio.
Elementos de la Policía Militar llegaron a la zona en la que fue reportado el incidente, donde decenas de pobladores armados con cubetas y garrafas hurtaban el combustible.
El Grupo de Coordinación Puebla Segura justificó la falta de control para impedir el robo, al riesgo de enfrentamientos con los pobladores, lo que, aseguró, podría derivar en un accidente mayor.
“Pese a que la toma fue controlada, ésta no fue sellada de inmediato. Debido a la presencia de gente presuntamente de la comunidad y quienes irresponsablemente llevaron niños al lugar, se decidió evitar cualquier enfrentamiento con la población y frenar cualquier fricción que pudiera desencadenar una contingencia mayor”, explicó el grupo.
Los habitantes de la comunidad acudieron con camionetas tipo pick up e, incluso, con tractores para transportar bidones de mil litros que contenían el combustible que fue extraído en total impunidad.
Los lugareños, entre ellos mujeres y niños, se arremolinaron en la zona de la fuga para sacar diesel y llevárselo sin las medidas de seguridad necesarias para el manejo de los hidrocarburos.
El gobierno estatal aclaró que esta derrama de hidrocarburo no representó riesgo alguno para la comunidad de Tláloc, por lo que no hubo necesidad de realizar evacuaciones o suspender clases.
Personal especializado de Seguridad Física de Pemex selló la toma clandestina, por lo que los lugareños abandonaron el lugar cargados con miles de litros de diesel ilegal.
DECOMISARON 800 LITROS
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla implementó operativos en coordinación con el Ejército mexicano en la zona, lo que permitió el decomiso de 800 litros de combustible y la localización de 10 camionetas que eran empleadas para el traslado ilegal de hidrocarburo.
En la población de La Encrucijada, perteneciente al municipio de Palmar de Bravo, fue donde se logró el decomiso de 800 litros de la sustancia, los cuales eran transportados en una camioneta Nissan que se encontraba abandonada.
En el municipio de Tepeaca, en las inmediaciones de la Central de Abastos, donde los huachicoleros expenden los bidones con el combustible, se realizó el hallazgo de cuatro camionetas, una robada, que en sus áreas de carga tenían contenedores para almacenar hidrocarburo robado.