Game of Thrones siempre ha sido un show que deja migajas a sus espectadores, con detalles que al principio no parecen mayores pero luego resultan de la más importante relevancia.

Este fue el caso, por ejemplo, de la daga con la que Littlefinger mandó asesinar a Bran Stark en el segundo capítulo y de cuyo atentado acusó a los Tyrion Lannister para poder comenzar una guerra entre ambas familias, arma que años después serviría para acabar de una vez por todas con el Rey de la Noche.

Lo mismo sucedió con el secreto de la madre de Jon Snow, información que no fue revelada sino hasta la sexta temporada y que luego no tuvo mayor relevancia salvo para apoyar en el descenso a la locura de Daenerys.

Sin embargo, un dato que muchos consideraban sólo especulación y buenos deseos en algunos casos era quién se quedaría con el codiciado trono de los Siete Reinos.

En el último y controversial capítulo descubrimos que el ganador del Juego de Tronos y quien se quedó con el máximo puesto en los ahora Seis Reinos de Westeros fue nada menos que Bran Stark, el Cuervo de los Tres Ojos.

Su elección quedó en manos de los sobrevivientes señores del continente quienes de manera unánime votaron por que él fuera el encargado de gobernar sobre los demás, excepto el Norte, que recuperó su independencia.

Pero algunos espectadores han notado un detalle que al principio muchos creímos significaba otra cosa en 2011: El póster de la primera temporada donde Eddard Stark está sentado, pensativo y apoyado sobre su espada en el Trono de Hierro, con un cuervo posado sobre el posabrazos derecho de la codiciada silla metálica.

En aquel momento muchos lo consideraron un guiño a los mensajeros tan utilizados en Westeros o como un augurio del trágico final del jefe de la casa Stark, cuya muerte detonó toda una aventura de ocho temporadas, pero ahora al conocer quién resultó ganador parece ser que esto se pudo haber referido a otro tipo de cuervo: el vidente joven Stark.