Gobierno de Peña endureció ingreso de extranjeros a México

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Gobierno de Peña endureció ingreso de extranjeros a México

Foto: Archivo
Familias que están de vacaciones, parejas en luna de miel, gente que hace viajes de negocios y hasta residentes con papeles en regla son rechazados en las terminales aéreas de nuestro país sin una revisión justa y sin acceso a un abogado

Por Andrea Vega y Arturo Angel para Animal Político

Micaela Lazo y su familia venían de vacaciones a México. Planeaban estar cuatro días: dos en la capital y dos más en Cancún. El Instituto Nacional de Migración (INM) les negó la entrada, aunque tenían todo en orden: vuelo redondo de avión, reservaciones de hotel, solvencia económica y trabajos estables en su país, Perú.

Pasaron horas en lo que se conoce como el limbo, la burbuja o las salas de no retorno, donde migración conduce a los extranjeros que no dejará entrar en México. Ahí, cada uno, en diferentes tiempos, conoció a muchos otros ciudadanos de diversas nacionalidades en la misma situación.

El número de extranjeros provenientes de América Latina a los que México les impide ingresar en el país se ha disparado en los últimos ocho años. La cifra de rechazados pasó de apenas 444 casos en 2010, a más de 10,000 en 2017. Colombianos y venezolanos son los más afectados. Esto es un incremento acumulado de 2010 a 2017 de 2,283 por ciento.

La principal razón para impedir la entrada a los migrantes latinoamericanos no tiene que ver con problemas en sus documentos, sino con lo que México denomina “inconsistencia en las entrevistas de filtro”, un factor que se comenzó a contemplar desde 2013 como causa de rechazo.

En contraparte también se ha multiplicado, aunque en menor proporción, el número de ciudadanos de estos países a los que se les concede refugio.

Los datos oficiales del INM obtenidos vía transparencia muestran que, de enero de 2010 a mayo de 2018, se le impidió el ingreso a un total de 40,464 ciudadanos provenientes de Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Perú y Venezuela. Si solo se toma en cuenta el periodo del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el número de ciudadanos, de los países arriba mencionados, a los que se les ha negado el acceso a México se ha multiplicado por cinco.

Daniela Gutiérrez, abogada del Centro Mexicano de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), confirma que en México hay una política discriminatoria que elige a ciertas nacionalidades para rechazar el ingreso. “Aunque las personas cumplan con los requisitos de entrada, si son de cierto país es muy probable que los regresen”.

Foto: Especial

La subcoordinadora del área de defensoría de la organización civil Sin Fronteras, Elizabeth Arroyo, desmenuza el modus operandi de los agentes de migración. Desde lejos detectan a las nacionalidades “problemáticas”, los sacan de la fila y se los llevan a un cuarto, donde les piden apagar y guardar su teléfono. Ahí los hacen llenar un formulario. No les dicen que tienen derecho a una llamada ni a la asistencia de su consulado. En realidad en estas zonas no entra nadie que no sea del INM”.

Después los trasladan a otras salas, en un segundo filtro, donde les piden quitarse agujetas, cinturones y cualquier cosa con la que puedan hacerse daño. Les hacen una entrevista que usualmente no es a profundidad y les comunican el rechazo. “Igual, sin que en ningún momento tengan un abogado o un traductor, en caso de no hablar español”. A la mayoría no le dan una explicación de por qué los rechazan. Solo los suben a un avión de regreso al destino de donde provenía su último vuelo.

Por este tipo de irregularidades, en 2015 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dirigió la recomendación 42/2015 al Instituto Nacional de Migración tras acreditar que 17 de sus funcionarios en el aeropuerto capitalino cometieron violaciones de derechos humanos en contra de 20 extranjeros y un mexicano, quienes arribaron al país por las Terminales 1 y 2, entre el 6 de julio de 2014 y el 17 de junio de 2015.

Entre las recomendaciones que la CNDH le hizo al INM están: revisar la calidad del servidor público migratorio en el aeropuerto de CDMX para la aplicación de sanciones, reparar los daños a las víctimas y garantizar que en las estancias provisionales los extranjeros tengan comida, agua, colchonetas, cobijas, intérpretes o traductores para diligencias, llamadas telefónicas y la posibilidad de recibir visitas.

La CNDH también exige al INM que, durante la retención, los afectados tengan acceso a un directorio telefónico del personal general y de guardia de los consulados extranjeros en México. La experiencia de Micaela prueba que esas recomendaciones no se han aplicado.

Se solicitó un posicionamiento al Instituto Nacional de Migración respecto a este tema del rechazo de extranjeros en los aeropuertos, pero no hubo respuesta.

No entran por mera discriminación...

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