Hacia el bien posible

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Hacia el bien posible

El equipo mexicano de fut le gana al equipo campeón alemán.

Le gana también a Corea del Sur. Contra Brasil, que puede ser el próximo campeón, lució una potencia defensiva sobresaliente y una portería que sólo fue dos veces penetrada por las acometidas de Neymar.

En lo político la votación fue abundante. Se hicieron muestreos de salida. Y antes del conteo rápido, que sólo revela tendencias en proceso, dos candidatos reconocen triunfo de “Juntos 
Haremos Historia”. El conteo sigue y sólo se darán resultados oficiales el miércoles para entregar constancia de mayoría y declarar presidente electo.

Pero todo se adelanta y se hace celebración como si ya se tuviera victoria reconocida oficialmente. Claro, la mayoría de votos era preanunciada por las criticadas encuestas Por ellas ya estaba cocido el arroz hace tiempo. 

Los discursos y entrevistas del candidato puntero presentan un abanico de promesas y compromisos valiosos y atrayentes. Quienes apoyaron esa opción viven una euforia esperanzada. 

Quienes votaron por otras, se quedan esperando los frutos para conocer el árbol. 
Buena participación, ambiente pacífico, admirable tarea de los funcionarios de casilla. Aunque prematuras, las aceptaciones de votación inferior, expresaron -por su tono- una madurez democrática notable de los candidatos no favorecidos.

Serán meses de transición y de gira los anteriores a diciembre. 

Se habla de reconciliación, de unidad, de diálogo, de paz, de universalidad, de comprensión, de poder sin dictadura, de atención a los débiles, a los jóvenes y migrantes. 

Se escribe un cero en el pizarrón de los proyectos. Cero corrupción, cero impunidad, La gente aplaudió en el zócalo la descripción de la llamada “cuarta transformación”. Después de la toma de posesión de quien será nuevo Mandatario, se iniciará ese cambio. No se presenta como un barniz superficial sino como una novedad con más profundidad. 

Se promete no fallar y se pide confianza. No pocos, admiran la propuesta pero dudan que los recursos humanos den la medida de las exigencias. Quienes son arúspices de penumbras tienen negra bola de cristal en que solo atisban fracasos y decepciones. Quienes prefieren soñar se incluyen a sí mismos como protagonistas y no sólo críticos de una transformación. 

 Los más cautos saben que las formas se deforman cuando se transforman, que se pasa por túneles para llegar a horizontes, que no todo es caudillaje cuando se logra la unidad comunitaria que hace historia. Cada quien abrazará su esperanza o quedará atrapado en un escepticismo estéril y apático. Ya no cuentan partidismos anacrónicos cuando ya no hay campañas de contienda sino una tarea de todos como nación...