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Expertos en el tema responden a preguntas personales sobre lo que le inquieta para mantenerse adherido a una vida saludable

Pregunta. A medida que pasan los años (tengo 50) más me vence la necesidad de tomar siestas en la tarde. ¿Es eso normal? Me ejercito regularmente, como bien y no tengo exceso de peso.
Respuesta. A esa edad, la somnolencia diurna puede ser resultado de falta de sueño durante la noche. Y en algunos casos podría obedecer a problemas relacionados con la depresión o con una tiroides hipoactiva.

 Afortunadamente, su situación parece completamente diferente. El ejercicio podría ser la causa de que su cuerpo le pida un descanso extra durante la tarde. Y es mejor que lo haga, ya que de lo contrario podría sentirse aturdido o quedarse dormido cuando menos lo desea, digamos en su trabajo o mientras conduce su automóvil.

Pero no duerma demasiado; una siesta de 20 a 30 minutos es suficiente. Y dése 5 minutos para despertar completamente antes de reasumir una tarea que exija mucha concentración (las siestas pueden producir aturdimiento y desorientación, sobre todo si duerme tanto como para entrar en la fase de sueño profundo).

P. He ganado alrededor de 7 kilogramos de peso aún cuando voy regularmente al gimnasio. Trato de hacer ejercicio tres días a la semana y caminar entre 3 y 4 kilómetros diarios. Mi alimentación es la de una persona normal. ¿Qué es lo que me pasa?
R. Suena como si estuviera usted haciendo mucho esfuerzo para ganar un juego que se está perdiendo.

La única manera de ganar peso es ingerir más calorías o quemar menos de las que usted ingresa a su cuerpo.

Por lo tanto, reduzca los azúcares, las harinas, las grasas y el alcohol; aumente el consumo de granos integrales, frutas y verduras, que le agregan color, variedad, textura y sabor a su dieta, sin necesidad de que ingiera muchas calorías.

Usted ya está haciendo más ejercicio del que hace la mayoría de la gente. Por lo tanto, si en verdad está motivado a perder peso, trate de comer menos opciones engordadoras.

P. Me hicieron una histerectomía (extirpación del útero) hace cuatro años, y al mismo tiempo dejé de fumar. Ahora tengo 41 años de edad y 20 kilogramos por encima de lo que debo pesar. Tomo antidepresivos, un medicamento para la tiroides y me siento muy lenta. ¿Debo dejar mis medicamentos? 
R. Resulta dudoso que sus medicamentos sean los que estén contribuyendo al problema. La hormona que toma para la tiroides debería mantener su metabolismo acelerado, y un antidepresivo debería ayudarle a mejorar su estado de ánimo.

Por lo tanto, en lugar de dejar esos medicamentos, pruebe con otras opciones.

En primer lugar, no se desanime. Usted merece mucho crédito por haber eliminado el tabaco, eso pudo costarle aumentar unos cuantos kilos, sin embargo, es un enorme beneficio para su salud.

Revise su alimentación y planee una dieta balanceada que incluya alimentos saludables bajos en calorías.

Es igualmente importante empezar un régimen de ejercicios. Si usted tiene sobrepeso y se siente lenta, un simple programa de caminata será mucho más efectivo que una meta no realista de hacer un montón de ejercicios en un gimnasio.

Perder peso es difícil, y mantenerse alejado del sobrepeso lo es mucho más. Sin embargo es posible, de hecho, muchos lo han logrado. ¿Cómo? Los métodos son muy variados, sin embargo, en la mayoría de los casos hubo cuatro componentes comunes: No deje el desayuno; adhiérase a un menú bajo en grasa; pésese de manera regular y haga sus ejercicios.

Se requiere paciencia y persistencia, tiempo y esfuerzo. No obstante, la combinación de dieta y ejercicios sí funciona.

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P. Tengo 47 años de edad. Dejé de tomar leche hace tres años como una forma de control de peso. Ahora tomo un suplemento de calcio (Caltrate). ¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión?
R. Contrario a lo que piensa la mayoría de la gente, la leche ayuda a mantener e incluso a bajar el peso corporal. Se debe a que el calcio de la leche es muy efectivo para eliminar el exceso de grasa. Por lo tanto, en este sentido no hay una razón para dejar la leche. Además se trata de una valiosa fuente de calcio.

A su edad, usted debe obtener cuando menos mil miligramos de calcio al día, por lo tanto, aun si quisiera apoyarse en la leche, necesitaría casi un litro al día para para cubrir sus requerimientos de calcio. O sea que aun con una ingesta regular de productos lácteos (yogur, leche, queso), la mayoría de la gente necesita suplementos de calcio para obtener el mineral que necesita. Citracal (citrato de calcio) y Caltrate (carbonato de calcio) son dos opciones aconsejables.

Pero recuerde que si se refuerza con suplementos de calcio, necesitará vitamina D para absorber ese elemento (la exposición al Sol durante cinco minutos al día le proveerá de la vitamina D que requiere).

Si va a tomar un suplemento de vitamina D, los lineamientos actuales aconsejan 200 unidades internacionales al día entre las edades de 50 y 70 años.

P.  Las personas mayores tienen un andar muy lento ¿es difícil caminar de manera vigorosa cuando se envejece?
R. Lo que sucede es que algunas personas no están acostumbradas a caminar de manera vigorosa. Y si usted ha sido sedentario, el peor error es continuar siéndolo.

No haga esto más complicado de lo que es. Sea cual sea su edad, póngase unos tenis, encuentre un lugar seguro y comience a caminar.

Camine a un paso que se sienta cómodo. Si es usted una persona muy mayor, comience con 5 minutos al día. Aumente gradualmente hasta que esté haciendo 30 minutos o más todos los días.

Usted ganará confianza poco a poco y de manera natural elegirá su propio paso. Es decir, aquel con el cual usted se siente seguro.

Una de las grandes ventajas de la caminata es que ejercitamos los sentidos  que nos ayudan a definir el equilibrio, y por lo tanto aumenta la seguridad y la confianza de que podemos hacerlo bien. 

No le quite valor al poder de la caminata. Este ejercicio no sólo es bueno para su sistema cardiovascular, sino que disminuye la probabilidad de caerse y le ayuda a conservar en buen tono su sistema motor y musculoesquelético.

Es cierto que con la edad uno se vuelve más temeroso de perder el equilibrio, pero la caminata le proporcionará el vigor necesario para sentirse seguro cuando se desplace. 

(Selector de Vanguardia)