¿Hasta cuándo aguantará AMLO al “pain in the ass” Ackerman?

Usted está aquí

¿Hasta cuándo aguantará AMLO al “pain in the ass” Ackerman?

Perdón si lo describo en inglés, pero como nació en Filadelfia, pues hablémosle en su lengua natural, por si las flies.

Me habían hablado de él, o más bien, de lo engreído, pesado y mamón que es y todo lo que me contaron se quedó bien corto.

A finales de 2018, exacerbado por el triunfo de López Obrador a quien ve como su amo, vino a la UANL a dar una conferencia junto a Paco Ignacio Taibo II y en la cual Tatiana Clouthier también participó, de lejecitos pero ahí estuvo.

Les platico: previo al evento con estudiantes universitarios, dio una rueda de prensa con sus acompañantes de CDMX.

Fue la vez en que un pseudo periodista regio que le gusta pintarse de comunista, quiso reventar la entrevista cuando las preguntas empezaron a acorralar al tipo de quien hoy me ocupo.

Como resultado de ese encuentro con reporteros y columnistas, al día siguiente mostré evidencias en mi artículo, de cómo le hacía la guerra a Enrique Graue -Rector de la UNAM- valiéndose de los porros del consejo nacional de huelga que pedían su cabeza, porque el puesto lo quería el que es esposo de la Secretaria de la Función Pública.

Brincándose todas las trancas -incluyendo a su jefe directo y al jefe del jefe del jefe de éste, el Rector Graue- John Ackerman metió el 7 de mayo de 2019 al auditorio Benito Juárez de la Facultad de Derecho de la UNAM, al fracasado Axel Kiciloff, que le dio en la madre a las finanzas del gobierno argentino de Cristina Kirchner.

Imagínense, el que empinó a la economía de Argentina vino a dar “cátedra” de cómo confrontar al neoliberalismo y no morir en el intento.

Esa tarde, Ackerman se burló de las autoridades unamitas arguyendo sus buenas relaciones con el dueño de Morena.

No pudo tumbar a Graue y entonces, enfocó sus baterías hacia el INE. Valiéndose de quién sabe qué argucias, engatusó al presidente para que lo dejara maniobrar en contra del máximo consejero, Lorenzo Córdova Vianello.

Eso fue el 28 de febrero pasado, cuando el autonombrado “ideólogo de la 4T” se creyó rockstar al ser presentado como parte del Comité Técnico de Evaluación -el CTE- en el proceso para relevar las cuatro vacantes del INE.

En junio, a él y a su esposa les brotaron más propiedades que al nopal y eso le bajó un poquito los humos, porque los papeles que mostró para justificar su patrimonio, no convencen a la audiencia, como igual le pasa con los del “doctorado en dísel” (*) que jura tener.

Ahora, sus propios compañeros del CTE lo cuestionan severamente por la rabieta que escenificó el 15 de julio, en una comparecencia virtual ante los jefes de las 8 bancadas de legisladores que integran la Junta de Coordinación Política.

Ackerman se encabronó porque entre los 20 finalistas para ocupar las cuatro vacantes, quedó fuera su recomendada, Diana Talavera.

En una falta de respeto hacia la investidura de los legisladores, Ackerman abandonó la sesión virtual echando pestes contra éstos y contra sus propios compañeros del CTE.

En defensa de su protegida dijo que fue la que más alto puntaje obtuvo en la prueba escrita a la que fueron sometidos todos los candidatos.

Pero da la casualidad de que él calificó el examen de Diana y violó así las reglas del INE al no excusarse de hacerlo debido al conflicto de interés en que incurrió por la cercanía política que la une con ella.

Todos los jefes de los partidos políticos en San Lázaro aprobaron la designación de los 20 finalistas, excepto uno, Reginaldo Sandoval, de ese partido rémora que es el PT, propiedad del cacique del predio regio salinista “Tierra y Libertad”, Alberto Anaya.

Entonces:

1.- López Obrador se está arriesgando mucho al seguir apapachando a Ackerman, porque estuvo a punto de provocar un sanquintín en la UNAM al hacerle el caldo gordo a los huelguistas en contra del Rector Graue.

2.- Recordando la milenaria frase de que la esposa del César, además de casta debe parecerlo, la 4T no está para andar solapando cuestionamientos sobre la honorabilidad de sus integrantes y menos si su bandera es GUERRA A LOS CORRUPTOS.

3.- Lo que tanto defendió MALO en sus 18 años de andar en campaña -la transparencia de los órganos electorales- está siendo mancillado por el protagonismo de Ackerman, pues a toda costa quiere apropiarse de un poder más para entregarlo a su amo: el de las elecciones.

 

CAJÓN DE SASTRE

“Nomás falta que el dueño de la 4T le dé por su lado a este gringo venido a más por su casamiento y ordene a los del INE que se apacigüen y le hagan caso. Si esto sucede, ahora sí, en la madre”, dice la irreverente de mi Gaby.