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Hasta siempre, Margot
A Margarita Medina
Jiménez, Presea IMARC 2013 al Mérito Profesional.
Para ella, la belleza no era algo abstracto, sino una sensación gratificante que fluye desde adentro y que conecta a los demás. Es lo que Margarita Medina Jiménez experimentó cuando, siendo una niña de cinco años, le fue relatado el cuento poético “Margarita, está linda la mar”, de Rubén Darío, que dice: “una gentil princesita,/ tan bonita/ Margarita,/ tan bonita como tú”. En ese momento se activó su vocación por la belleza.
Aquel poema que marcó su vida se cumplió a totalidad el pasado miércoles 21 de diciembre, cuando dulcemente dejó su cuerpo a la edad de 92 años: “Cuando estuvo ya de vuelta/ de los parques del Señor,/ se miraba toda envuelta/ en un dulce resplandor./ Y el rey dijo: ‘¿Qué te has hecho?,/ te he buscado y no te hallé;/ y ¿qué tienes en el pecho/ que encendido se te ve?’/ Y la princesa no mentía./ Y así dijo la verdad:/ ‘Fui a cortar la estrella mía/ al azul de inmensidad’.
Fundó Estética Margot en 1953. De una mirada sabía lo que cada persona necesitaba. Escuchó siempre con empatía total. Además, dio a su clientela belleza y armonía reflejada en el espejo. Cuando alguien le planteaba una situación personal, de su boca brotaban respuestas breves y sabias, que se han convertido en hojas de ruta para quienes tuvimos la fortuna de reconocer su grandeza, su amor incondicional, templanza, así como su ejemplo, al ser testigos del perdón implícito en una amorosa mirada a quienes le habían hecho mucho daño.
La congruencia convirtió su fortaleza espiritual en acantilado. En 1962, Margarita encontró las enseñanzas de Paramahansa Yogananda. De inmediato, abrió las puertas de su casa y dedicó una habitación exclusivamente a la práctica de la meditación. Tuvo muchos retos en su vida personal y siempre salió victoriosa.
La dulzura de la paz que reflejó a lo largo de su vida muestra la serenidad y la grandeza de su alma. Moriste como viviste, siempre llena de luminosa paz.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina