Usted está aquí
Hay obstáculos que impiden acceder a la verdad: CIDH
CDMX.- Aunque Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que se resolverá la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Esmeralda Arosemena de Troitiño, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), expresó que las investigaciones del nuevo gobierno “no han avanzado con la celeridad que esperábamos”.
La exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia de Panamá criticó que las autoridades no han descifrado los obstáculos que impiden acceder a la verdad y a la justicia en este caso, mientras los padres de las víctimas continúan con el dolor de no saber lo que pasó.
Para desenredar la trama de los hechos registrados entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, Arosemena de Troitiño consideró necesario investigar a los funcionarios de más alto rango que pudieron estar inmiscuidos en el delito o en la obstaculización de las indagatorias.
La experta en Derecho, Ciencia Política y temas de género reiteró que la CIDH seguirá revisando el expediente y apoyará a la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa.
Confió en que esta administración sí escuchará las hipótesis de la comisión, luego de que la antigua PGR diseñó su propia verdad histórica e hizo poco caso a los planteamientos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Van cinco años de la desaparición de los 43 normalistas, ¿cómo ve el caso?
- Las investigaciones no han avanzado con la celeridad que esperábamos. En las noticias yo vi que el Presidente recibió a los familiares de los 43 jóvenes, y eso [es] muy alentador, porque [el Ejecutivo] está asumiendo su compromiso; sin embargo, también escuché que algunas instituciones no están coadyuvando en la conducción de las investigaciones.
¿Por qué es importante que se resuelva el caso?
- Porque permitiría que el sistema judicial, en el ejercicio de su independencia, le señale a México: “Éstos son los culpables”, y que caiga quien caiga, si hay responsables en los altos mandos, que se determinen las responsabilidades. Eso engrandece un sistema de justicia y a todo el país, pero sobre todo le da paz y tranquilidad a toda la población, a todo México.