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Hegemonía checa en la Fed Cup
ESTRASBURGO.- República Checa renovó su título de la Copa Federación al derrotar 3-2 a Francia, ganando el dobles que otorgaba el punto decisivo con la pareja formada por Karolina Pliskova y Barbora Strycova, que se impuso a las locales Caroline Garcia y Kristina Mladenovic por un doble 7-5 en Estrasburgo.
Gran dominador en esta década, el equipo checo logró el torneo femenino de naciones por quinta vez en seis años, el tercero de manera consecutiva. Su idilio con el trofeo sólo se vio roto con la victoria de Italia en 2013. También se convirtieron en el primer equipo que gana el torneo en tres ediciones seguidas desde España en 1993-95.
En un domingo de grandes emociones, la dupla francesa, número 2 del circuito de dobles femenino y por lo tanto gran favorita en caso de jugarse el quinto punto, se vio superada por la tensión y por la solidez de Pliskova y Strycova, sonrientes y liberadas.
Antes, República Checa igualó 2-2 tras la victoria de Strycova sobre Alize Cornet en dos sets, 6-2 y 7-6 (7/4). En el primer partido del día Garcia superó con autoridad a Pliskova en tres (6-3, 3-6 y 6-3).
Las francesas, que buscaban su tercera Copa Federación (antes ganaron en 1997 y 2003), mostraron gran resistencia ante un equipo checo mejor sobre el papel: La 6ª, la 11ª y la 20ª mundiales (Pliskova, Kvitova y Strycova) contra la 23ª, la 42ª y la 46ª (Garcia, Mladenovic y Cornet).
De la derrota local lo más destacado fue el fin de semana que completó Garcia, con un potencial muy superior al de su 23ª plaza mundial. Actitud, físico, un gran servicio y una derecha demoledora dibujan a una jugadora que siempre eleva el nivel cuando se viste la camiseta de la selección francesa.
Tras la victoria de Garcia frente a Pliskova, reciente finalista del US Open, Amelie Mauremo, la seleccionadora francesa, jugó la partida táctica y optó por reservar a Mladenovic en el cuarto punto, después de que el sábado acumulara 3 horas y 48 minutos en la pista en el ‘maratón’ que perdió precisamente ante Pliskova.
Su sustituta Cornet tenía el reto de ganar el tercer y definitivo punto, pero el capitán checo Petr Pala también optó por la sorpresa y alineó a Strycova en lugar de a Kvitova, la flamante doble ganadora de Wimbledon.
La pequeña jugadora (1,64), una rareza en el equipo de torres checas, salió a la pista sin complejos y fue superior a Cornet con su tenis ofensivo, inspirado y atípico. Convertida en la inesperada heroína de la final.
A pesar de la decepción, a Francia le queda mirar atrás y recordar el camino recorrido.