Saltillo, Coahuila. Julio César Cortés Sandoval, prófugo y sospechoso de haber asesinado a su exnovia, María Córdova Lumbreras, recibió el 6 de noviembre la orden de restricción de parte de un juez que le impedía acercarse a la joven. De acuerdo con Laura Carranza Cons, directora del Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, desde la fecha en que se impuso la orden no existió un acercamiento hasta el 29 de diciembre, día en que la asesinó. 

La funcionaria negó que existiera una denuncia penal en el Centro de Justicia, pero confirmó que sí existía una demanda penal ante la Procuraduría de Justicia por violación a la intimidad lo que desencadenó en una orden de restricción contra Julio César Cortés, quien acudió en esos días con su abogada. 

“Desgraciadamente, en ese mes, al día de la tragedia que le arrebató la vida a María Córdova, no hubo ningún acercamiento o ningún conocimiento por parte de la autoridad de que él hubiera violado la orden de restricción. Dicha orden de restricción consistía en que él no se acerque a ella, a su familia o a su domicilio, no realice actos de intimidación a su trabajo, su casa, etcétera”.

En caso de que Julio César Cortés Sandoval hubiera violado esta restricción el Agente del Ministerio Público hubiera solicitado una orden de prisión preventiva y él hubiera sido detenido. 

Sin embargo —explica Laura Carranza Cons—la investigación en su contra se enfocó a la violación de la intimidad porque él publicó en redes sociales fotografías íntimas de María Córdova. 
En estos casos el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres sugiere, en primera instancia, la prisión preventiva. “Obviamente, el juez va a valorar si el caso es de tal riesgo que implique meterlo a la cárcel provisionalmente”. 

La segunda opción es el brazalete electrónico que consiste en un dispositivo electrónico que se le pone al presunto responsable y marca un perímetro en el cual la víctima se mueve —domicilio, área de trabajo, entre otras actividades— donde él no puede entrar. El dispositivo tiene un GPS y una alarma, si él pasa este perímetro, se manda la alerta de inmediato a todas las autoridades policiacas. 

‘NO NOS FUIMOS DE VACACIONES’

Durante la última semana de diciembre y la primera semana de enero, periodo en que se cometieron los asesinatos —en hechos distintos— de tres mujeres, Laura Carranza desmiente que en el Centro de Justicia y Empoderamiento no hubiera personal de guardia. 

“Mandé a personal a descansar, porque es su derecho, pero aquí hubo gente de guardia durante las 24 horas, la directora y las coordinadoras no tienen derecho a vacaciones. De hecho, yo hace dos años que no las tomo y seguimos trabajando”. 

Finalmente Carranza Cons hace un llamado a la sociedad:

“No pierdan la fe, acérquense, denuncien y no hagamos caso a esta psicosis, al contrario, hagamos caso de que tenemos que avisar a las autoridades de que alguna situación está pasando con mi pareja o expareja para que se pueda hacer efectiva alguna medida”.