Irán, entre el optimismo y la incertidumbre interna

Usted está aquí

Irán, entre el optimismo y la incertidumbre interna

Algunas de las esculturas desnudas que se ubican en los museos capitolinos de Roma, donde esta semana Matteo Renzi recibió al presidente de Irán, fueron cubiertas “por respeto a la cultura iraní”. Después de todo, era la primera vez que un presidente de ese país visitaba Europa en 16 años. 

Luego, Rouhani aterrizó en Francia entre “pláticas comerciales y nostalgia”, como describe “The Guardian”. Unos días antes, el presidente chino declaraba que favorecía el ingreso de Irán en la Organización de Cooperación de Shanghai, y anunciaba nuevos acuerdos para incrementar el comercio entre Beijing y Teherán. Esos son ejemplos que muestran el sitio que Irán ha adquirido en la comunidad internacional desde que firmara el acuerdo nuclear hace menos de un año. Al mismo tiempo, sin embargo, Irán está ejecutando decenas de ejercicios navales “masivos” en el estrecho de Ormuz, además de que, a inicios del año, dos distintos incidentes en esa zona provocaron gran tensión entre Teherán y Washington. ¿Cómo entender esas señales paralelas? 

Considere lo siguiente: (1) Rouhani, es en efecto, un presidente moderado, (2) Sin embargo, en Irán el presidente no es quien tiene la última palabra, sino el Ayatola Alí Khamenei, quien funciona como balanza entre las diversas posturas políticas en el país, (3) Si el Ayatola otorga a Rouhani flexibilidad para negociar, ello es porque éste obtuvo una victoria electoral contundente a manos de una población golpeada por las sanciones internacionales, (4) Sin embargo, en Teherán persisten importantes fuerzas que se oponen al acuerdo nuclear. Su objetivo es demostrar que tienen presencia e influencia. Máxime que en Irán se avecinan procesos electorales. El triunfo de la línea moderada que Rouhani representa depende en buena medida de que la bonanza macroeconómica que Irán está esperando este año, aterrice en beneficios concretos para la gente. Pero la economía de Irán, tras años de sanciones, está muy dañada y es difícil que la gente sienta resultados positivos pronto. 

Las demostraciones de fuerza que estamos observando en el Golfo Pérsico por parte de Irán, varias de ellas claramente dirigidas a Washington, no proceden del moderado Rouhani, sino de las Guardias Revolucionarias Islámicas que representan el ala más dura de la esfera militar y política en Irán. Estos sectores están buscando transmitir mensajes tanto hacia adentro como hacia afuera. Internamente, al librar una batalla política en contra de los sectores más moderados, pretenden exhibir su poder, así como su capacidad para descarriar las buenas relaciones que Rouhani ha venido construyendo con distintos actores como EU. Externamente, se hace explícito que el acuerdo nuclear es entendido por dichas Guardias Revolucionarias como un tema estrictamente limitado a lo nuclear y no como una medida para acercar las relaciones en otras cuestiones. 

Así que en Irán la batalla apenas comienza, y antes de que el mundo brinde por la consumación de la moderación política de Teherán, va a ser necesario esperar y ver lo que ocurre en esta guerra interna. Más cuando la salud del Ayatola Alí Khamenei, es precaria, y la disputa por la sucesión está pronta a iniciar. 

Twitter: @maurimm