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Jóvenes artistas al rescate del amate
Si en tu proceso creativo quieres trabajar con las tradiciones y bondades de la naturaleza, la maestra Adriana Cerecero está en búsqueda de dos alumnos para explorar juntos cómo trabajar con el amate, la fibra de los dioses.
Para esto lanzó un convocatoria en la que seleccionará a un par de estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas, quienes tendrán una estancia de cuatro semanas en la sierra de San Pablito Pahuatlán, donde con la familia Santos Rojas, Cerecero pudo concretar su pasión por el amate.
“La idea es encontrar alumnos que realicen de alguna manera un acercamiento a la figura del amate en el arte actual, que es un material recurrente en algunas de mis obras, así que se me ocurrió acercarme a la visión de los jóvenes para saber de qué manera lo pueden aplicar, qué les dice y cómo es su contacto con la fibra”, explicó Adriana.
Durante sus paseos por México, Cerecero observó la nobleza que los hilos de amate le transmitían a través de su textura, colores y forma, lo que culminó en la introducción de este material en sus obras, que más adelante formarían parte de una lucha por la conservación de esta tradición otomí.
En 2009, mientras ella se encontraba en España, fue invitada por la Asociación Cultural Ya Mumpot’ei Päti (los que hacen el papel de amate curativo) a participar en el IV Encuentro del Papel Amate en Pahuatlán del Valle, en Puebla, con la intención de mostrar su trabajo como una de las diversas aplicaciones de la fibra.
“Enviaba proyectos pequeños para que pudieran usarlos en las exposiciones que comenzaban a hacer hasta que pude conocer a la familia Rojas; son pueblos muy celosos de sus conocimientos y para mi es muy significante que ellos me den un espacio”, compartió Cerecero quien ya ha convivido a profundidad con los artesanos.
Los Santos Rojas y su taller tienen como misión transmitir la energía, la magia, la cultura, la creatividad y el misticismo detrás del amate, filamento que se obtiene aplastando la corteza de los jonotes blancos y rojos, cocidos en agua con cal y dando como resultado una lámina vegetal de tonos oscuros y amarillentos.
Además en su pueblo, cuentan con un museo en el que no sólo se exhibe el trabajo de artistas que, como Adriana, han adoptado al amate sino sus propias propuestas innovadoras.
“Es una manera muy bonita de encontrar a través del arte este tipo de oportunidades y lugares, aprender de ellos y que de una forma u otra ellos estén atentos de lo que yo estoy haciendo, lo que les ha ayudado al diseño más contemporáneo de sus trabajos”, señaló la artista.
Tras un año de gestionar la convocatoria, Cerecero desea volver al santuario del amate con dos alumnos que tengan la capacidad de observar este material desde sus raíces de producción y leyenda.
“Ellos depositan en esto sus creencias, su ser, su adoración al agua, al fuego y a las cosas naturales dentro de la tradición otomí, tenemos un mes que me parece bastante tiempo para que los alumnos comiencen a ver qué es lo que pueden lograr ahora mismo”, dijo Adriana.
La artista consideró a este un reto para atreverse a trabajar con lo natural y observar más allá de la tecnología, elemento en el que es más común que los jóvenes se basen hoy para crear sus obras, además tendrían como herramientas el contacto directo con el ambiente natural del amate.
“Los otomíes realmente quieren dignificar el amate en sus principios del ritual de curación, es una cosmogonía muy especial y estar en contacto con ellos y con el campo nos permitirá comprender el mensaje de porqué les artesanías y les imágenes que ellos utilizan en sus trabajos”, dijo.
Instó a los alumnos a sentirse capaces de participar en la convocatoria, ofreciendo sus asesorías para afinar los proyectos que los interesados deseen postular, asegurando que lo que ella busca es la iniciativa de investigar.
“El Internet lo tiene todo para apoyarlos y así abrirles las ideas con el papel, o si quieren trabajarlo de otra manera más apegada a su línea de creación; lo único que yo les pido es que todo sea con tintes naturales para ir de la mano con la tradición y la propia protección de la naturaleza”, finalizó.
¡Participa!
Jóvenes artistas al rescate del amate
> Antes del 8 de mayo a las 15:00 horas, envía un correo a adrianacerecero@gmail.com con la siguiente información:
> Tus datos completos y número de matrícula.
> Una carta de motivos y los resultados que deseas de esta estancia.
> Un proyecto de cualquier tipo que quieras desarrollar bajo los propósitos del taller.
> Tu statement y muestras del trabajo reciente reciente en el área creativa.
> Asegurate de tener disponibilidad de tiempo durante junio del 2017.
El dato:
>El amate surgió en la Mesoamérica prehispánica.
> El árbol del que se extrae está en peligro de extinción.
> El amate sustenta la economía y el turismo en San Pablito.