La alegría de la cocina vegana, 60 segundos a la vez

Usted está aquí

La alegría de la cocina vegana, 60 segundos a la vez

Tabitha Brown, una estrella de TikTok, en su casa de Winnetka, California, el 3 de mayo de 2020/Foto: Rozette Rago/The New York Times
“¿Se te antoja un batido servido en un tazón? Pues preparemos uno”.

Sandra E. Garcia

Tabitha Brown está en su cocina, con su teléfono móvil en la mano, grabando uno de los videos cortos que la han convertido en una sensación poco probable de las redes sociales. 

“Leche de almendras, plátano, moras congeladas, fresas congeladas, duraznos y mango, ¡Dios mío!”, dice, mientras presenta los ingredientes para un batido vegano con un acento sureño rítmico y sutil. “Ahora licúa”.

Después de agregar un poco de coco rallado (“así y asá”) y linaza (“porque así lo hacemos”), fresas frescas, nueces trituradas y un chorrito de jarabe de arce, toma el batido terminado y lo lleva afuera para saborearlo en su patio en la sección de Chatsworth en Los Ángeles. 

“La parte más importante es elegir dónde te lo vas a tomar, cariño”. Comentó Brown entre cucharadas. “Si te es posible, sal, o al menos elige el lugar más lindo de tu casa para sentir que estás en otro lado, aunque no sea así”.

Brown tiene 41 años. Durante el mes pasado su cálida sonrisa, su comportamiento sereno y su afro característico (Donna, como le dice de cariño), además de la amabilidad que demuestra hacia sí misma y hacia los demás, la han hecho tener una gran cantidad de seguidores en la aplicación TikTok, una red social cuyos usuarios más famosos y comprometidos son adolescentes o jóvenes que rondan los veintitantos años. Aspira a ser actriz y se comunica en un tono que resuena ampliamente en un momento en que la pandemia del coronavirus nos tiene a muchos tensos, buscando la certeza de que las cosas van a estar bien.

Publicó su primer video en TikTok el 8 de marzo. Desde entonces, ha acumulado más de dos millones de seguidores ahí, y más de un millón en Instagram. En cortos de 60 segundos, guía a sus seguidores con calma por los pasos para armar platillos veganos reconfortantes (croquetas de cangrejo sin cangrejo, pan tostado con aguacate y camote, o una ensalada con pepinillos para comer a media noche). También ofrece palabras de aliento, que pronuncia como si estuviera en una conversación íntima, invitando a sus seguidores a ser un poco más indulgentes consigo mismos y a dejar de preocuparse tanto por complacer a los demás.

“No te rindas, no te des por vencido, no te rindas”, dice en un vídeo. “Cariño, no has avanzado tanto solo para llegar hasta aquí; todavía tienes mucho camino por recorrer. Y sé que ahora mismo parece casi imposible, pero no te rindas”.

Foto: Rozette Rago/The New York Times

Brown dijo que los videos (en los que ocasionalmente aparece su hija, Choyce, de 18 años; su hijo, Quest, de 8 años; y su esposo, Chance) son su manera de difundir alegría y pasar un momento con sus seguidores.

“Si alguien tiene un minuto al día, y logra tener un poco de alegría durante un minuto, quiero estar allí”, dijo en una entrevista. “Es parte de la razón por la que, cuando hago mis videos, sostengo el teléfono tan cerca de mi rostro. Quiero que la persona sienta que solo somos ella y yo en este momento”.

El camino de Brown hacia la fama, o una versión de ella, no fue el que se había imaginado que tendría. Creció en Eden, Carolina del Norte, una ciudad pequeña 50 kilómetros al norte de Greensboro; estaba obsesionada con “El show de Bill Cosby” y soñaba con convertirse en actriz. Se unió al club de teatro y actuó en obras en la escuela y en un teatro comunitario.

Ante la insistencia de su madre, se inscribió en la Universidad Internacional de Miami de Arte y Diseño para estudiar diseño de modas, pero “en lo único que podía pensar era: ‘Estoy perdiendo el tiempo; debería estar actuando’”, dijo. Abandonó sus estudios a los 19 años y se mudó al sur de California.

No obstante, Brown no estaba en Los Ángeles; vivía con una amiga de su madre en Laguna Niguel, dos horas al sur de Hollywood en auto, tenía dos empleos y no le quedaba tiempo para hacer audiciones. Chance, que era su novio en ese momento, sugirió que se mudaran a Carolina del Norte por un año para ahorrar dinero.

“Ese año se convirtieron en cinco, luego en un bebé, un matrimonio, un auto, un trabajo, una casa y un sueño olvidado”, dijo Brown.

No obstante, en 2002 hizo una audición exitosa para un trabajo como copresentadora de un programa nocturno en la agencia local de la televisora WB, donde entrevistaría a artistas que iban a la ciudad a actuar en el Complejo del Coliseo de Greensboro. “Eso me enseñó a soñar de nuevo”, dijo.

Dos años más tarde, ella y su familia regresaron a Los Ángeles. Apenas llevaban allí seis meses cuando la madre de Brown se enteró de que tenía esclerosis lateral amiotrófica, o ELA. Durante los tres años siguientes, Brown dividió su tiempo entre California y Carolina del Norte para ayudar a cuidarla.

Tras la muerte de su madre en 2007, Brown se dedicó a la actuación de lleno, aceptando papeles en películas independientes y cintas que se distribuían directamente en DVD… “pequeñas victorias, pero nunca nada realmente grande”, dijo. Luego vino otra serie de reveses. Después de dar a luz a Quest, desarrolló un dolor y una fatiga crónicos y terminó incapacitada.

Luego de estar desempleada durante más de un año, Brown comenzó a trabajar como conductora de Uber, fantaseando con que recogería a un director de reparto o a alguien que pudiera sacarla de detrás del volante y ponerla frente a una cámara.

Un día de diciembre de 2017, Brown entró a una tienda de Whole Foods después de dejar a un cliente y compró un rollo vegano de desayuno. Brown había intentado comer comida vegana unos meses antes a sugerencia de su hija y lo había aceptado rápidamente, atribuyéndole el mérito de haber mejorado el dolor crónico que le había impedido trabajar.

Por puro capricho, Brown se filmó a sí misma mientras hablaba maravillas del rollo en su auto y publicó el video en Facebook. Cuando terminó su turno, dijo, el video había sido reproducido unas 50.000 veces. En cuestión de días, Whole Foods se comunicó con ella y le pidió que fuera embajadora de la marca.

Aun así, cuando Choyce le sugirió a su madre a principios de este año que publicara videos en TikTok, Brown dudó. ¿TikTok? ¿Qué no era para adolescentes?

Choyce le explicó que podía llegar a un nuevo público, y le enseñó a su madre a filmar videos, editarlos y publicarlos en la plataforma.

“Aprendió bastante rápido”, dijo Choyce. “Solo pensé que sería una buena opción porque su personalidad es muy reconfortante”.

Brown encontró un público casi al instante. El 9 de marzo, el día después de que se unió a TikTok, Brown publicó videos de ella misma haciendo un sencillo rollo vegano y un plato de pasta vegana. Cada uno de ellos acumuló más de un millón de reproducciones rápidamente.

“Me convertí en la tía que todos aman, y siguió creciendo”, dijo Brown.

Su fama viral la llevó a ser representada por la Agencia de Artistas Creativos, la poderosa agencia de talentos de Los Ángeles. Brown también consiguió un papel de invitada como oficial de policía en un episodio de “Will y Grace” que se transmitió a principios de este año, y dijo que estaba desarrollando una serie documental con su familia.

“Mi sueño es actuar”, dijo. “Quiero estar ahí para la gente. Quiero que, en ese momento, la gente se sienta amada, vista y escuchada”.

c.2020 The New York Times Company