La batalla de un 'chavo-ruco' contra el Snapchat

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La batalla de un 'chavo-ruco' contra el Snapchat

Internet
Permite compartir fotos, video, mensajes, aplicar filtros, hasta transformarte en un perrito, pero no todos le entienden

Editores:  Ana Aguirre, Carlos Díaz. Listeners: Karla Bernal, Oscar Morín. Diseño: Victoria Carrillo


Snapchat es una aplicación que cada día crece en popularidad. Su logo de fantasma es una gran referencia entre los jóvenes que usan la app.

Esta plataforma fue lanzada en 2011 y 2012. Permite compartir fotos, video, mensajes, aplicar filtros, hasta transformarte en un perrito, todo lo cual se autodestruye y desaparece después de ser visto.

En la actualidad Snapchat ha marcado una gran barrera entre los millennials (de 25 años de edad o menos) y lo que se conoce como “chavo-rucos” (quienes ya rondan o superan los 30); los primeros la aman y los segundos no la saben usar.

De acuerdo con el interés geográfico a nivel local, Saltillo y Torreón son los únicos municipios de Coahuila que aparecen en el ranking de búsqueda por internet sobre el uso de la aplicación.

A esta aplicación le siguen más de 6 millones de personas en Facebook y en Twitter tiene más de un millón de followers.

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Darío vs Snapchat

Cuando tenía entre 16 y 17 años las redes sociales que me tocaron eran HiFive, MySpace y MetroFlog, algo que en ese tiempo los adultos no podían entender.

Ahora podemos tener a nuestros padres en Facebook, Twitter y WhatsApp, donde te dan like y te etiquetan en fotos cuando eras más pequeño.

Un día apareció Snapchat, se me hizo “cool” y fácil, la descargué. Al entrar vi muchos íconos, creí que sería sencillo pero resultó que no. “No le agarré la onda”, como dicen los jóvenes. Cerré la aplicación y la eliminé por completo de mi smartphone.

Tanto en Facebook como en otras plataformas que suelo usar, comencé a ver más y más fotografías y videos hechos con la app del “fantasmita”, la curiosidad me seguía matando hasta que nuevamente la descargué.

Me volví a registrar y nuevamente comencé a explorar. Después de muchos intentos descubrí cómo aplicar los filtros, cómo convertirme en un lindo perrito o en un gran vikingo. Sólo bastaba con poner el móvil frente a mí y presionar sobre mi rostro para que aparecieran los filtros, tomar la foto y dar seguimiento para compartirla en mi historial o mandarla a mis amigos.

También descubrí que me llegaba una notificación si alguien tomaba un screenshot de lo que compartía, ya que el material tiene un límite de tiempo para compartir.

Tras este “descubrimiento” mi emoción fue demasiada que probé todos los filtros y animé a mis amigos a descargar la aplicación. Todos los días abría la aplicación para ver qué nuevos filtros había para probar.

Con esto me di cuenta que el mundo avanza y quedarse atrás nunca debería ser una opción.


Snapchat en Saltillo: