La contaminación: un promotor del cáncer

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La contaminación: un promotor del cáncer

Foto: Tomada de Internet
Muchos agentes contribuyen a la aparición de tumores malignos, pero la mala calidad del aire y del agua se cuentan entre los más agresivos

En 2013, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer anunció que había catalogado a la contaminación del aire como carcinógeno para los seres humanos. 

Sin embargo, y gracias a estudios realizados en instituciones mexicanas, se sabe que existen agentes tóxicos que desde hace años se han convertido en los principales retos a vencer mediante investigaciones que han contribuido a lograr cambios importantes en las políticas públicas para generar una atmósfera más limpia y libre de partículas cancerígenas y de la sobreexposición a químicos como el plomo, el mercurio usado en la minería y los pesticidas utilizados en la agricultura, que son promotores en la iniciación de la enfermedad.

“Desde hace muchos años hemos contribuido con resultados basados en nuestras investigaciones. En las décadas de 1980 y 1990 corrimos un estudio para abordar el tema de la Comarca Lagunera y su contaminación, ya que generaba cáncer de piel por el arsénico y de pulmón por el plomo que se encontraba en el agua de forma natural. Aunque el problema se solucionó gracias a que los tomadores de decisiones entraron en acción al estructurar una red libre de contaminantes, las investigaciones indicaban que debíamos seguir”, aseguró el doctor Arnulfo Albores Medina, profesor titular del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

“En el Departamento de Toxicología hemos aprendido que, al clasificar los contaminantes por lo menos en tres categorías, dependiendo de su origen, podemos tener una mejor visión en el desarrollo de nuestras investigaciones, demostradas con base en números confiables y medibles para que la solución que se tome vaya en función de un eficiente uso de los recursos destinados. Los clasificamos de la siguiente manera: contaminantes de origen natural, como el helio, un gas noble disponible en el ambiente que tiene algunos efectos destructivos; contaminantes industriales, que son partículas y metales como colorantes y disolventes en aguas hervidas, y los contaminantes intencionados, que se expulsan al medio ambiente, como el humo del cigarro. Sobre éste, cabe destacar que es uno de los factores más importantes en el desarrollo de EPOC, enfisema pulmonar y cáncer de pulmón, costándole al país entre 10 y 15 por ciento del presupuesto en materia de salud.

Adicionalmente, hoy sabemos, gracias a nuestras investigaciones, que los plaguicidas, los hidrocarburos aromáticos, la nicotina con los 4 mil compuestos que la acompañan y los cerca de 60 carcinógenos del humo del cigarrillo, son promotores del cáncer. Nuestra responsabilidad con la sociedad radica en buscar mecanismos que acerquen a la población a la ciencia. De esta manera, los futuros científicos podrán contribuir al cambio con investigaciones de calidad”, aseguró el especialista.

La contaminación provoca una pérdida económica que va de 4 a 5% del PIB en algunos países de América Latina. Ahora bien, un estudio de Clean Air Institute (CAI) muestra que México es uno de los países de América Latina que supera los índices máximos de contaminación sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), la polución puede traer pérdidas económicas cercanas a los 20 mil millones de pesos.

En su oportunidad, el doctor Vicente Madrid Marina, médico cirujano, doctor en Ciencias y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, del Instituto Nacional de Salud Pública, expresó: “Desde hace años, los investigadores del INSP estudiamos diferentes agentes causales de cáncer. Muchos son los factores medio ambientales que producen la enfermedad. En el siglo XIX, los limpiadores de hollín llegaban a desarrollar cáncer en el escroto. En la actualidad, sabemos que las balatas de los autos están hechas de asbesto, que al chocar para frenar desprenden polvo de asbesto, que se queda en el medio ambiente y en personas susceptibles suele promover la aparición de cáncer de pulmón.

Los ftalatos y bisfenoles que se encuentran en los envases de plástico para almacenar alimentos y agua no deben exponerse al microondas o al refrigerador, ya que suelen convertirse en agentes cancerígenos”, agregó el doctor Vicente Madrid Marina.

“Son muchos los agentes que llegan a producir susceptibilidad en el organismo humano y promueven la aparición de varios tipos de tumores malignos, pero las acciones socialmente responsables que los investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública hemos adquirido, van encaminadas a influir en la sociedad al realizar investigaciones serias y de calidad que avalen nuestros resultados e influyan positivamente en las políticas públicas y puedan ser de utilidad ante la ejecución de cambios en beneficio de nuestra sociedad.

"La idea es que organizaciones, investigadores y el público en general contribuyamos responsablemente en favor de mejorar los productos que consumimos y el medio ambiente. La tarea no ha sido fácil. Por desgracia, las industrias han dejado de lado la mejora en sus procesos al tratar de responder eficazmente a la demanda a costa de la salud de miles y miles de ciudadanos”, finalizó el investigador.