La ‘encuesta’ de Mitofsky previo a 2017 en Coahuila

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La ‘encuesta’ de Mitofsky previo a 2017 en Coahuila

El pasado 3 de mayo una mano invisible deliberadamente difundió en Coahuila una encuesta levantada por la empresa Consulta Mitofsky, denominada “Preferencia para Gobernador”.

Presuntamente mil 200 ciudadanos, pertenecientes a 120 secciones electorales (de mil 688 que existen en total en el Estado), fueron visitados en sus viviendas del 22 al 25 de abril. Y aunque a simple vista las cifras parecieran guardar simetría, nada significan como sustento teórico.

No detallaré aquí los resultados, aunque resumidos en una sola frase puede quedar de la siguiente forma: el priísta Miguel Riquelme le gana a todos los aspirantes en cualquier circunstancia, y el candidato del PAN ‘debe ser’ Guillermo Anaya.

Pregúntese usted mismo ¿a quién interesa que la contienda sea entre ellos dos y nadie más? Un segundo cuestionamiento: ¿cuál es la prisa por implantar esa idea, si hasta octubre inicia el proceso electoral, y dentro de 13 meses habrá elecciones?

El asunto, fundamentalmente, es de opinión pública. Y es tan obvio que a veces pasa desapercibido: quien controla la opinión pública controla el poder. Y quien controla las fuentes de información y opinión, controla la opinión pública. Pero ésta “es en realidad una ficción”, como la categoriza el filósofo Habermas. Ojo.

Para empezar, se trata de un ejercicio que corresponde a otra época.

Dos décadas atrás los sondeos tenían una influencia demoledora. Era difícil quitarse el estigma de perdedor que provocaba una tendencia electoral desfavorable. Aquello era un obús a la línea de flotación y era cuestión de tiempo para hundirse completamente.

Pero el mundo es otro desde que hay internet y redes sociales. Y 15 diapositivas de Power Point con una encuesta no tienen en 2016, ni tendrán en 2017, el mismo efecto de antaño. Particularmente cuando su metodología es endeble. Me explico.

De los resultados destaca que ningún encuestado, ni por error siquiera, haya mencionado al Alcalde panista de Saltillo, el cual mantiene una difusión permanente en medios de comunicación debido al cargo público que ostenta.

Es improbable, reitero, que ni por error lo hayan citado.

Más claro: cualquier edil de la capital del Estado donde haya elecciones para Gobernador es, por consecuencia lógica, candidato natural a la gubernatura. Hasta Isidro López, que arrastra un desastre administrativo, lo es.

Otros que han manifestado interés en la gubernatura desde una trinchera presuntamente independiente, como Noé Garza o Román Cepeda, fueron desterrados.

Tampoco los senadores Luis Fernando Salazar y Tereso Medina fueron incluidos. Ni el alcalde de Monclova, Gerardo García.

Hay, eso sí, un interés superior por cerrar la contienda entre Miguel Riquelme y Guillermo Anaya lo más pronto posible. Y ése interés superior ya midió el escenario: el candidato perdedor del PAN en 2011 es garantía de derrota por una razón: en Torreón, su bastión electoral, ya le arrebataron — al menos eso creen— el dominio de los seccionales. Y existe otro antecedente: si en 2011, que estaba fresco, no impactó negativamente al PRI el tema de la Deuda Pública de Coahuila, difícilmente lo hará en 2017.

Y aquí viene lo más importante: todo sondeo de opinión anterior al 5 de junio, jornada en que celebran elecciones para renovar la gubernatura en 12 entidades federativas, es inútil. Dependiendo de los resultados las dirigencias de los partidos políticos, y los candidatos independientes, tomarán una decisión. Sólo hasta entonces.

Cortita y al pie

Llama la atención que, a diferencia de las encuestas que regularmente realiza Mitofsky, ésta vez no haya incluido la leyenda que suele advertir sobre sus resultados: “no son pronósticos, no caiga en la tentación de pensar que no habrá cambios”.

El caso más reciente, y más próximo, sucedió en Nuevo León. Mitofsky posicionó siempre en primer lugar a la candidata del PRI, Ivonne Álvarez, y “El Bronco” le ganó con una diferencia de 2 a 1, enviándola hasta la tercera posición.

La última y nos vamos

Y a comparación de otros estudios, en este caso también omitió publicar los datos de la “persona moral que patrocinó la encuesta de opinión”. Como si el trabajo se hiciera solo, fuese gratuito, o nadie lo hubiese ordenado.

Por algo será.

carlos_plata01@hotmail.com