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La fiesta grande de Saltillo

La raíz de México, pésele a quien le pudiera pesar, es hispánica y católica. Tan unidos están esos dos términos que a veces se confunden. La esencia de Saltillo y de lo saltillense está en la Capilla del Santo Cristo. Sé de mujeres y hombres que dejan esta tierra y se van a otras, extrañas y remotas. Muchas cosas olvidan, pues el paso del tiempo hace olvidar hasta el paso del tiempo, pero lo que no olvidan nunca es la preciosa imagen del Señor de la Capilla, en cuya devoción viven la fe y las tradiciones de nuestra población..

He oído decir que en Saltillo hasta los ateos -esos pobrecitos que a nadie tienen para dar gracias por la vida y todos sus prodigios- son devotos del Señor de la Capilla. Aun los más pecadores vuelven al seno de la Santa Madre el 6 de agosto, igual que hacen el 12 de diciembre. Hoy visitarán al Santo Cristo y dirán una oración ante la bella imagen del Crucificado.

Día el más grande de Saltillo es este 6 de agosto. Todo cambia, pero sigue inconmovible la piedad que suscita la imagen que trajo de Xalapa el comerciante Santo Rojo. Que así sea por muchos años. Es decir, que sigamos siendo saltillenses.

Como mínima ofrenda para nuestro Santo Cristo escribí un soneto. Mal urdido y mal tramado, es sin embargo ofrenda de amor y devoción. Pobre es la dádiva. Pido perdón por ella a Él y a los poetas, que junto con los pobres son los representantes de Dios aquí en la tierra.

Un soneto por el amor de Dios.
 Si he de dejar el corazón tirado;
si he de morir el resto de la vida;
si es necesario herir mi propia herida
y olvidar de una vez lo recordado;
        
si he de mirar pasar lo que ha pasado
y decirme mi propia despedida,
y derribar la casa construida
y convertirme en muerto y sepultado;
 
bien está: el corazón será rendido,
y me atravesaré de parte a parte,
y la memoria tornaré en olvido.
 
Quiero matar lo que sin ti he vivido.
Quiero perderme, Amor, para encontrarte,
porque si no te encuentro estoy perdido.
                                                                                                                                            
AFA.