Atlanta vivió la pesadilla más insospechada con los Falcons. En una ciudad donde triunfa con más frecuencia su deporte universitario que el profesional, el fiasco del Super Bowl, en la remontada más insólita de la gran final, enmudece a una ciudad que sigue luciendo un solo éxito en sus grandes competiciones: las Series Mundiales de los Braves en 1995. Los Hawks sí ganaron un anillo de la NBA cuando su guarida era St. Louis (1958) y los Braves también sumaron otras dos Series Mundiales pero en las franquicias de Boston (1914) y Milwaukee (1957).

La Serie Mundial de 1995 tuvo una trascendencia especial por el momento. Atlanta se preparaba para albergar los Olímpicos y el deporte era moneda común ya en la ciudad. La tasa de paro estaba un punto por debajo de la media nacional y se había instalado un clima de euforia cuyo exponente de éxito eran los Braves.

Los Braves, el equipo que más partidos ha jugado en distintas franquicias en la historia del beisbol, siguen solos en el éxito del estado de Georgia.