Faltan 20 días. El 12 de febrero próximo, uno de los Papas más controvertidos de la historia moderna iniciará su primera visita a México. En efecto, Francisco es un Papa polémico porque ha tenido la audacia de enfrentar la profunda crisis global que vive la Iglesia Católica, y que la obliga a reformarse o resignarse a una progresiva desaparición que ya se está viendo.

Francisco se asume como el instrumento para la reestructuración del mundo católico. Para ello, una de sus primeras iniciativas de reforma fue “adelgazar” la Curia Romana pidiendo una “descentralización” de la Iglesia y una conversión del papado ante el desafío del status quo, de los escándalos y las crisis, por lo que propone cambiar algunas tradiciones de la Iglesia a fin de despertarla del letargo en el que se encuentra.

El actual Papa ha sido amenazado por los fundamentalistas musulmanes; la jerarquía ultraconservadora lo considera una gran amenaza; las alas extremas del Partido Republicano y el Tea Party detestan sus posiciones, en especial su clara crítica a la economía capitalista por sus extremas desigualdades y exclusiones, y grupos de empresarios mineros y petroleros aborrecen su defensa de la tierra, expresada en su carta LaudatoSi.

Si Juan Pablo II fue baleado por un loco en 1981 y se sospecha que Albino Luciani, Juan Pablo I (“El Papa de la Sonrisa”), pudo haber sido asesinado en el propio Vaticano, los enemigos de Francisco se han multiplicado a causa de los intereses conservadores que está tocado.

Una encuesta publicada esta semana revela que la próxima visita del Papa a México no ha despertado mucho interés, ya que sólo un 50 por ciento manifiestan estar Muy o Algo entusiasmados con este encuentro, y el 48 por ciento se pronuncian como Poco o Nada, a pesar de que  hasta 9 de cada 10 de los entrevistados expresó saber que vendrá.

Las opiniones favorables acerca del Papa Juan  Pablo II llegan a un 77 por ciento, mientras que para el Papa Francisco alcanzan el 72. Además, la encuesta revela que los mexicanos se identificaban más con San Juan Pablo II; así lo dijeron un 53 por ciento y sólo un 14 coincide con Francisco. 

En cuando a la forma como el Pontífice actual está realizando su trabajo, 67 por ciento lo califican como Muy Bien, un 19 Regular y sólo un 6 por ciento como Muy Mal (Grupo Reforma, 20-01-16). Es de esperarse que siendo esta la primera visita del Papa, con ella logrará posicionar mejor su imagen. 

Se estima que el más largo recorrido, 222 kilómetros, lo realizará Francisco en la Ciudad de México, celebrará misa a la Basílica de Guadalupe y en el municipio de Ecatepec, uno de los más violentos del Estado de México, del que se dice: “En todo el País no hay peor lugar para ser mujer que Ecatepec”. Ahí se combina el horror de la muerte fácil, el desprecio hacia la mujer, la inseguridad generalizada y la impunidad.

El Papa estará en Chiapas el lunes 14. Yo espero que los integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional puedan dialogar con él, y que las comunidades indígenas igualmente le informen de la desatención del Gobierno hacia su situación de pobreza ancestral y discriminaciones que siguen vigentes ahí.

Igualmente, el Pontífice estará en la zona de femincidios más conocida internacionalmente: Ciudad Juárez. Es de esperarse un pronunciamiento severo y preciso a favor de la seguridad de las mujeres y en contra de la precariedad de sus condiciones laborales en las maquiladoras de ese municipio. 

Lo más importante es que la estancia del Papa en México transcurra en paz, y que su integridad física esté asegurada en todo momento, ya que en los lugares que visitará predomina la violencia.