La visita a los 7 templos, tradición empolvada y fragmentada

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La visita a los 7 templos, tradición empolvada y fragmentada

Obstáculos. El templo del Santísimo Cristo del Ojo de Agua recibe a los visitantes con unas escalinatas carcomidas que hacen más difícil el ascenso. / Fotos: ORLANDO SIFUENTES
Recorrer los recintos religiosos en la Semana Mayor, puede dar tristes sorpresas

Tradicionalmente la visita a los siete templos para los católicos sirve para resarcir la ofensa de haber entregado a la muerte a Cristo. En Saltillo la tradición se mantiene viva, sin embargo, los recintos y su arte sacro están en riesgo.

En un recorrido hecho por VANGUARDIA por los templos del primer cuadro de la ciudad, a simple vista se aprecian grietas en las estructuras, humedad, polvo, además de daños en las esculturas y cuadros sacros.

Olvido. Aunque es el templo principal de la ciudad, poco mantenimiento recibe; los daños por dentro y por fuera afean Catedral.

La parada obligada es la Catedral de Santiago, en la construcción iniciada en el siglo 17 desde lejos se puede ver la pintura roja que se corrió de las cúpulas, y los vidrios quebrados de la cúpula principal. Entrando la fachada se ve dañada, sobre todo en la parte inferior y más del lado de la Capilla.

Adentro, la puerta principal muestra daños serios en el barniz, y la humedad se percibe en el techo. En la Capilla las grietas preocupan al manifestarse en los arcos. Al observar la cúpula principal por dentro, los daños en los murales impiden entender las escenas que representan, además los santos de los altares secundarios, principalmente los de la parte superior se ven invadidos por el polvo.

 

Termitas. La madera de los confesionarios del templo del Ojo de Agua está apolillada.
Pintura. La Capilla de Catedral también presenta daños por la humedad; requiere de urgente intervención de expertos.

Este recinto, al igual que otros de la ciudad, también incumple los criterios generales para la iluminación de monumentos históricos del INAH, tanto en el interior y exterior, ya que solo debe resaltar los colores originales, es decir que no deberían tener luces de colores.

UN TEMPLO MUY APRECIADO

San Juan Nepomuceno es uno de los templos más apreciados en la ciudad, pero los daños en su fachada ya son perceptibles a simple vista. El recinto también cuenta con los cuadros más impresionantes del Vía Crucis, sin embargo, están en riesgo debido a la humedad que persiste en el recinto, la cual también ha afectado la cúpula y puede ser la razón por la que se desprendió un fragmento de la nube de concreto que decora el arco del altar.

Protección divina. El Santuario de Guadalupe es uno de los templos mejor conservados, aunque hay chicles en el atrio.

TEMPLO CON HISTORIA

La iglesia más antigua de la ciudad es San Esteban, a pesar de esto la humedad no la ha afectado tanto. Lo más preocupante son los daños que muestra el lienzo de la Virgen de Guadalupe fechado en el año 1773; se encuentra en el sagrario y tiene al menos dos cortes.

DAÑOS DESDE LEJOS

En San Francisco el descuido se ve desde la entrada, las puertas interiores presentan manchas y la delicada estatua de mármol del ángel que custodia la pila de agua bendita tiene los dedos rotos, igual que la estatua de San Benito y la de San Martín de Porres que también tiene los ojos dañados. Adentro el lienzo superior izquierdo del retablo de la Iglesia del Redentor ya sufrió los daños de la humedad.

Cera. Las veladores que con toda su fe llevan algunos feligreses, contribuyen al daño de pisos y paredes en los templos.
Omisión. La humedad en la linternilla de la cúpula de Catedral es evidente; también las paredes están afectadas.

EL NÚCLEO DE SALTILLO

Caminando hacia la cuna de Saltillo, la iglesia del Ojo de Agua, recibe a sus visitantes con escaleras carcomidas, igual que las letras de unicel colocadas en su fachada, y daños en la puerta principal. Adentro se pueden apreciar grietas en el techo y la pintura dañada.

De los templos visitados el más conservado es el Santuario, a simple vista únicamente se encontraron daños en la parte trasera del atrio. El único enemigo en el exterior del lugar son los chicles que se ven pegados tanto en la fachada como en el piso.

Columnas. Los evangelistas no escapan de los efectos del tiempo; las figuras “piden a gritos” una manita de gato.

El recorrido terminó en la Iglesia del Carmen, también se encuentra en buen estado en comparación con los otros recintos del Centro Histórico, solo se pueden apreciar manchas de humedad en la cúpula del altar principal y daños de uso en las bancas.

Intacta. A pesar de ser la iglesia más antigua de la ciudad, San Esteban no presenta mayores daños, aunque su fachada fue rehabilitada hace pocos años.
Sin ‘pecado’. La iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la calzada Emilio Carranza luce perfecta.
Reliquia. El cuadro de la Virgen de Guadalupe, en el templo de San Esteban, presenta severos daños.