En 25 meses de gobierno, el Presidente de Morena, que no de los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador y como marco sus soporíferas y aburridas “conferencias mañaneras”, ha pronunciado la friolera de 50 mil mentiras (datos de la agencia y consultora SPIN). Aun así, una gran porción de los ciudadanos siguen creyendo en él y sus palabras de venganza casi todo el tiempo. Pero sin duda, va a pasar a la historia por la manera irresponsable, mojigata, pedestre y chabacana con la cual manejó él y su claque, Hugo López-Gatell, la pandemia. Justo cuando llegábamos a la brutal suma de 150 mil muertos, AMLO se infectó en una gira de trabajo en San Luis Potosí y Nuevo León (el 24 de enero lo anunció por la tarde).

Pero, aunque una gran masa de la población reaccionó airada y se dejó “caer” en las redes sociales para comunicar su hartazgo y cebarse en la humanidad de AMLO y recetarle toda clase de injurias e improperios (como él lo hace diario y sin que nadie le diga nada), otra gran masa de la población dudó de dicho contagio. Caray, ¿por qué? Pues por lo anterior. Porque siempre miente y engaña. Se pensó y se sigue pensando que fue una “estrategia” para subir sus ya devaluados bonos de gobierno. ¿Cuál es la realidad de esto? ¿Usted qué piensa? Nunca vamos a saber la verdad, seamos francos. Justo cuando el país es un camposanto enfilados ya a los 200 mil muertos, AMLO se infectó. Cayó en su red de mentiras, simulaciones y chabacanería.

La pandemia está fuera de control. Todo mundo lo sabemos y lo peor, lo padecemos. No hace falta ir al registro diario de defunciones, cuando a nuestro lado los familiares, los vecinos, los amigos, los conocidos caen fumigados como moscas luego de rociar insecticida. ¿Y la vacuna? Pues es cosa de millones de dólares y euros, no es cuestión de salud. La vacuna, una vacuna para que de verdad funcione y esté lista en el mercado, lo he escrito ya varias ocasiones, los especialistas recomiendan su uso luego de un periodo de ocho a diez años. Las vacunas para el coronavirus a menos de un año, se habla de su “efectividad.” ¿Usted se la va a poner estimado lector? Es su responsabilidad.

¿López Obrador se puso la vacuna, no obstante que él mismo dijo que iba a esperar su turno? Una mentira más, una engañifa más en su largo rosario de mentir a la nación. Hay periodistas y columnistas a seguir. Uno de ellos es Darío Celis en la ciudad de México. Él publicó el 19 de diciembre, que de acuerdo a sus fuentes, AMLO si se había vacunado contra el COVID-19. Se aplicó la vacuna CanSino Biologics, una vacuna china. Curiosamente, 11 días después, el Presidente apoyó dicha vacuna desde su púlpito y la promovió ruidosamente. ¿Se vacunó o no, cuál vacuna fue? ¿Por qué mintió una vez más? Ya vacunado entonces ¿lo mordió el bicho?, ¿entonces de qué sirven las millones de dosis que se le van a comprar al gobierno chino y al ruso? ¿Son aguas de jamaica y de horchata?

ESQUINA-BAJAN

Lo bien cierto es que no hay dirección y cuando la hay, se miente y engaña. Lo bien cierto es que estanos más jodidos que nunca. Jodidos en todo. Si bien lo digo yo y casi la mayor gente que me rodea, también lo dicen a nivel internacional: somos el último lugar en todo. De las 53 principales economías en el mundo (dato de Bloomberg), somos… la peor. Los últimos de la fila, los jodidos, los pordioseros. Vuelve a mi memoria aquel viejo chiste de mi juventud: a México, durante el día de la creación, Dios lo dotó de riquezas minerales, naturales; lo dotó de un gran territorio, de belleza sin igual. Lo dotó de árboles frutales, desiertos, ríos, mares, litorales sin fin, manglares, animales endémicos… pero también lo dotó de mexicanos, para equilibrar el dispendio y generosidad.

Según Bloomberg, somos el peor país en el mundo entre los 53 principales. Tomando en cuenta lo siguiente: tasa de casos del coronavirus, porcentaje de positividad de pruebas, muerte por millón de personas, porcentaje de acceso a la vacuna y dosis de vacunas aplicadas. El país tiene el mayor índice de mortalidad de los 53 países analizados (7.5%). Tiene el mayor índice de positividad en las pruebas (41.1%). Agregue usted lo siguiente que fue plan con maña de López Obrador: autorizó que empresas particulares y gobiernos de los estados, puedan traer sus propias vacunas para la población. Pues sí, pero debido a la demanda mundial, las vacunas si usted las pide, ordena y paga, le van a llegar… hasta diciembre. Eso fue lo que dijo y obtuvo el gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis cuando se puso a buscar vacunas para su Estado.

La pandemia nos tiene de rodillas, pero no se deje vencer querido lector. La pandemia va a traer consigo y aparejados (ya los trae), decenas de problemas y de toda índole y estirpe. Escribo estas líneas con un nudo en la garganta, justo este día (26 de enero), dos tragedias más en el vecindario. Una niña de 2 años, jugando, se metió en un aljibe en casa de sus abuelos y murió ahogada. Dolor sin fin para todos los familiares. La pandemia obliga a no salir y estar confinados, pero siempre alertas. Una mujer, Violeta “N”, de apenas 32 años, pero ya con 5 hijos, se suicidó. El quinto suicidio del año. Vivían en condiciones muy precarias. Su marido, al saber del infortunio, se quiso suicidar a la vez. Ojo: lo va a intentar posteriormente si las huestes del lagunero Roberto Bernal (Secretario de Salud) como siempre, no dan seguimiento del caso. Los suicidios van al alza por la maldita pandemia, nadie lo duda. No hay dudas.

LETRAS MINÚSCULAS

Luego de mostrar dos estampas religiosas, AMLO espetó el 18 de marzo: “Detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo”. Su pensamiento mágico de nada sirvió. Lo que sí sirve es ponerse el cubre bocas.