1. ¿Fallaron las encuestas? Para mí, no todas. Las que se levantaron en las últimas semanas daban al PRI como ganador en Zacatecas, Sinaloa, Hidalgo y Oaxaca; ligera ventaja al PAN en Tamaulipas, Durango, Aguascalientes y Puebla y a Morena en la Ciudad de México. Señalaban resultados muy parejos en Veracruz. Fallaron sí, en Chihuahua y Quintana Roo donde los resultados terminaron inclinándose hacia al PAN/PRD y en Tlaxcala donde se daba como ganador al PRD pero ganó el PRI.

2. ¿Quiénes perdieron? Sin duda, el gran perdedor es Beltrones. Su proyecto de llegar a la Presidencia acaba de irse al archivo muerto. Pierde también Peña Nieto. El “mal humor social” le cobró su enorme ineficiencia. Pierde Videgaray con su candidato tamaulipeco. Pierde un PRD desdibujado y forzado a una incómoda alianza con el PAN y relegado, muy por abajo, al segundo lugar en la Ciudad de México. Hoy Morena y López Obrador son líderes indiscutibles del voto mexicano de izquierda.

3. En el PRI ¿Quién ganó? Sería simplista concluir que perdieron todos. La historia cambia cuando el PRI se analiza desde adentro. Toda crisis es una oportunidad. En abstracto ganaron los adversarios de Manlio Fabio. Los que se opusieron a que dirigiera al tricolor. Se fortalece la línea más dura. Ganó Osorio Chong, exgobernador de Hidalgo y rival de Manlio. Ganan los Murat en Oaxaca. Los malos resultados del PRI nacional fortalecen a los gobernadores virreyes y debilitan al Presidente.

4. En el PAN ¿Quién ganó? Sin duda, Ricardo Anaya. Rafael Moreno Valle ganó Puebla pero no fue el ganador de la noche. Lo hubiera sido si el PAN no hubiera arrasado. Ganó Puebla, no más y no menos. 

Margarita Zavala ni ganó ni perdió, porque apoyó todas las campañas; entre eso y ganar, hay un largo trecho. Anaya, fortalecido y articulado, estará más confiado y seguro rumbo al 2018. Importa recordar que en el PAN siempre gana el caballo negro, nunca el candidato oficial. Así ganaron Fox, Calderón y Josefina. El PAN tendrá nueve gobernadores, ocho de ellos alineados con la cúpula del Partido y uno por la libre, Javier Corral, el político anti sistema, con la propuesta más consistente de México.

5. Ganaron Andrés Manuel y Morena, que se consolida como la principal fuerza política de izquierda en nuestro País. En unas elecciones poco concurridas, arrasa en la Ciudad de México; y en Veracruz, obtiene un muy cercano segundo lugar. Suben los bonos de Morena. En el año que sigue, la partidocracia tropezará una y otra vez y ahí estará Andrés Manuel para capitalizarlo.

¿Qué significan estos resultados para Coahuila?

1. Rubén Moreira se fortalece. Los sueños del ala moderada del PRI, de gobernar Coahuila, acaban de esfumarse. Jericó, Hilda, Javier y Enrique tendrán que conformarse con lo que les dé el Gobernador Virrey. Su apuesta radicaba en un PRI nacional fuerte y ganador. Los resultados dan a Rubén en Coahuila, mayor fuerza que las de Manlio y Peña juntos. La única alternativa sería romper y ganar por fuera. Lo podrían lograr, mas aún con la débil oposición que existe hoy en el Estado. Pero para ello se requieren agallas.

2. Con el apoyo de ocho gobernadores, podemos dar por amarrada la candidatura panista para Guillermo Anaya. En ese frente nada cambia, con o sin el resultado, Anaya ya era el candidato del PAN. ¿Bastará eso para conquistar la gubernatura? Lo dudo. 

Ese apoyo sería importante y con efecto positivo si el PAN tuviera una estructura mínima de trabajo, se sabe que no la tiene. Anaya es flojo y corrupto, carece de propuesta y articulación. Además en todas sus encuestas oficiosas, el PRI lo coloca como su candidato opositor favorito. Curiosamente aunque tiene cola que le pisen, nunca le pegan. Se explica, es un opositor confortable.

3. ¿Se configura así una oportunidad para candidatos ciudadanos? La foto del día de hoy indica que no. Antes tendría que consolidarse una gran alianza ciudadana. Lenin Pérez y Armando Guadiana podrían encabezar tal esfuerzo, todavía podrían hacerlo, pero ya van tarde, si no arrancan ya. De no lograrlo, podríamos concluir que en 2017, el PRI volverá a alzarse con la victoria para acaparar 92 años de Gobierno ininterrumpido. En resumen, malas noticias para Coahuila.

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