La semana pasada comenté los primeros 15 libros que leí en el 2015. Un amigo me preguntó: “¿Y a qué hora trabajas, si lees tantos libros?”. Lo hizo para justificarse, porque él no lee, dice que no tiene tiempo. Le cuestioné, que cuánto tiempo utiliza diario en la mesa de café a la que acude diariamente. Me afirmó que dos horas en promedio. “¿Y a qué hora trabajas?”, le pregunté. Después de su silencio, le comenté: “En vez de ir a un café, en mi caso, leo”. Y agregué: “Cada quien sus vicios”.

Otra persona me dijo que en el tiempo que tiene libre va al gimnasio a hacer ejercicio, y no le queda tiempo para leer. Le compartí que me ejercito entre 30 y 40 minutos diarios en mi casa, que nunca he ido a un gimnasio, así que no gasto dinero para ejercitarme y tampoco invierto media hora al día en traslados. Eso me da más tiempo para poder usarlo en la lectura.

Cada quien gastamos nuestro tiempo en las actividades que nos gustan. En lo personal, no acostumbro ver programas de televisión, mejor leo. Tal vez por esas cosas tengo tiempo para leer; claro, después de salir del trabajo. Luego de las aclaraciones correspondientes, paso a comentar los siguientes ocho libros. 

“Amarres perros”, de Jorge G. Castañeda. En este texto el autor nos comparte parte de su vida personal y sus experiencias en las diferentes actividades políticas internas y externas de México. En “El regreso autoritario del PRI”, Arturo Rodríguez García (Editorial Grijalbo), desde una visión periodística, el autor retrata la vida pública mexicana de los primeros 15 años del siglo 21. En el libro “La economía. Una historia muy personal” (Libros de Lince), el economista español Santiago Niño-Becerra presenta el funcionamiento de las fases de la economía a través de los grandes cambios que el mundo ha vivido. Sostiene que la economía en el mundo actual no está mal, lo que cada día es más grave es la desigualdad. Si la economía estuviera mal, los ricos no se harían cada vez más ricos y los pobres más pobres. En el libro “Malala. Mi historia”, de Malala Yousafzai y Patricia Mc Cormick, de Alianza Editorial, la joven pakistaní narra su historia personal por la defensa de la educación de las niñas y los niños desamparados de su país, y el atentado que sufrió -por ejercer su derecho a estudiar- a manos de un joven talibán. Hoy Malala es Premio Nobel de la Paz.

El pequeño texto “La Filosofía de la Composición seguida de El Cuervo”, de Edgar Allan Poe, de la editorial La nave de los locos, trata del proceso que desarrolla el poeta para escribir su poema “El cuervo”. En él, Poe, el maestro del relato corto, desanda el camino de su obra y afirma que el ejercicio de la composición no tiene nada que ver con la casualidad o la intuición. Dice que la composición de su poema “avanzó hacia su terminación, paso a paso, con la misma exactitud y la lógica rigurosa propias de un problema matemático” y no por efecto del azar o la inspiración.

Creo que es un texto que todos los que escriben deben tener de cabecera. En “El hombre sentado en el pasillo. El mal de la muerte”, de Marguerite Duras (Editorial Fábula TusQuets), la autora describe con una singular brevedad los encuentros amorosos de un hombre, situado en un oscuro corredor, y una mujer, acostada al sol. El protagonista, ante la imposibilidad de amar, contrata por unas noches a una joven con la esperanza de encontrar, esa vida que se le va. En la obra “Lo que se derrama no vuelve a recuperarse. 4 de octubre de 1972”, María del Rosario Vázquez Mendoza,  aborda el tema del accidente de tren en el que perdieron la vida cientos de peregrinos llegando a Saltillo, procedentes de Real de Catorce, San Luis Potosí. Con sus argumentos, deja claro que la culpa no fue de la tripulación del tren, sino de los funcionarios responsables de la empresa ferrocarrilera.

“La escuela de la ignorancia y sus condiciones modernas”. Jean-Claude Michéa (Acuarela & A. Machado. 2009) es un pequeño texto donde Michéa, sostiene que la pregunta no es ¿Qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos?, sino ¿qué hijos vamos a dejar en este mundo? Dice que la progresiva depauperación de la enseñanza no es producto del azar, sino de una estrategia bien estructurada de los capitalistas. Que la enseñanza que se imparte es solo un espectáculo que rompe con los valores cívicos, enaltece los valores creados por el capitalismo (el triunfo, el dinero, el egoísmo).

Continuará... 

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