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Libran la horca; ya están en casa, regresan hermanos sinaloenses
CULIACÁN, SIN.- El mejor de los regalos del Día de la Madre fue para la señora Carmen: volvió a abrazar y besar a sus tres hijos mayores, los cuales estuvieron a un paso de ser ahorcados en Malasia, acusados de narcotráfico.
Aunque la pena inicial fue de muerte, la sentencia fue sustituida por 30 años de prisión y finalmente quedó sin efecto al ser indultados.
Luis Alfonso, José Regino y Simón, nacidos en uno de los barrios más pobres de Culiacán, pasaron 11 años en dos prisiones insalubres y saturadas de internos, quienes en su mayoría eran extranjeros, como ellos.
El matrimonio formado por Héctor González, de oficio ladrillero, y Carmen Villarreal, quienes tuvieron 15 hijos, supo que sus tres hijos llegarían a casa.
José Regino, de 41 años, el más chico de los tres, describe cómo fueron detenidos. Fue un 4 de marzo de 2008, en una redada en la comunidad de Johor Bahru, donde la Policía Real de Malasia encontró que se procesaban 240 kilos de drogas sintéticas.
Cuenta que los contrataron para la fabricación de enormes globos, por lo que desconocían qué sucedía en otras secciones.
Doña Carmen y don Héctor se enteraron de su situación hasta 2011, cuando se divulgó en México que sus hijos estaban bajo proceso judicial.
En 2012 los hermanos conocieron que les habían decretado la pena de muerte. Su caso lo llevó uno de los jueces con fama de rigorista: Muhamed Zawawo. Tres años después, en 2015, el Tribunal de Apelaciones de Malasia ratificó la condena: los tres hermanos morirían en la horca.
José Regino, quien tiene una hija de nombre Bianca Yanet, quien está a punto de cumplir sus 15 años, recuerda que en septiembre de 2018 les fue conmutada la pena de muerte, por la de 30 años de prisión. Este 30 de abril se les notificó que el sultán de Johor Ibrahim Ismail les había otorgado el perdón.
EL DATO
En 2008 fueron a Malasia atraídos por los altos salarios; pero todo salió mal
30 AÑOS ES LA PENA que les fue perdonada.