‘¡Lo caché en la movida!’

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‘¡Lo caché en la movida!’

ESTIMADA ANA:
Después de casi 25 años de matrimonio, descubrí que mi esposo es infiel, literal lo caché en la movida. Se descuidó, dejó su celular olvidado y pude ver algunas fotografías que se tomó con otra mujer.

Al regresar de su trabajo, ese mismo día le reclamé, discutimos, me pidió perdón y lo perdoné. Pero a los pocos días nuevamente comprobé que siguió con ella, nunca la dejó como lo prometió, a pesar de que me dijo que era una mujer de la calle, que era una aventura y que jamás se enamoraría de ella, que es a mi a quien quiere, que es feliz a mi lado con nuestros hijos.

No me quedé tranquila y comencé a mandarle mensajes desde un celular desconocido y calló en la trama, aún sin saber quien soy, me los ha contestado todos. Con todo esto compruebo que siempre fue así, que no va a cambiar. No sé qué hacer ahora, no quiero perder a mi familia. 

Cata.

 

ESTIMADA CATA:
Una vez que se pierde la confianza, difícilmente se puede recuperar, a pesar de que la víctima en un caso de infidelidad ponga todo de su parte para tratar de perdonar y olvidar para recuperar la relación.

Únicamente tú sabes cómo te sientes y a pesar de los consejos que pueda darte alguien más, eres tú quien lleva la batuta. Pero es importante que te plantees ciertos cuestionamientos. ¿Estás dispuesta a seguir soportando una infidelidad solo por no tener una familia desintegrada? ¿Cuántas veces más lo puedes perdonar?

Recuerda que independientemente si los papás están juntos o no, la educación, crecimiento, cariño y protección de los hijos siempre existirá. De ti depende distinguir en qué situación ellos estarán mejor, solo contigo entregada al cien por ciento o con un papá que está, pero a la vez engaña a su mamá una y otra vez.

ANA
 

ESTIMADA ANA:
Soy un estudiante de 17 años y me gustaría saber si es normal lo que siento. No me importa nada de la vida, en la escuela no pongo atención y no cumplo con las tareas ni trabajos.

Cuando regreso a mi casa me enojo y me desespero mucho. No me gusta sentirme así, pero no quiero decirle a mis papás porque me da miedo. En las tardes me aburro mucho y no tengo humor para nada. A veces me dan ganas de irme a otra ciudad, con mis abuelitos. Le pido su ayuda por favor, no sé qué hacer. 

Jorge.

 

ESTIMADO JORGE:
Es muy normal que a tu edad te sientas así, son demasiados los cambios hormonales a los que estás expuestos que todos esos cambios de humor son producto de eso. Es lógico que te afecte en la escuela y en tu desempeño académico, en las relaciones con los demás e incluso contigo mismo.

Es urgente que te acerques a tus papás, te aseguro que estarán en la mejor disposición para ayudarte, eres su hijo y solo desean que estés bien. No tengas miedo de hablarles, solo ellos son los indicados en primera instancia, para apoyarte a detectar qué te está sucediendo, con cuál especialista debes consultar y cuales son las opciones para tu recuperación.

Es importante que te actives, tanto tu mente como tu cuerpo, no hay mejor remedio para este tipo de episodios, que la sana distracción, como practicar algún deporte, hacer yoga, jugar ajedrez , pintar o tocar algún instrumento.

Eres muy jovencito, no permitas que tu paso por la adolescencia sea algo negativo, al contrario, disfruta el momento en el que estás, tienes todo a tu favor, lo que desees hacer, seguramente lo lograrás con facilidad, solo es cuestión de que des el primer paso, de que te atrevas, sin temor a nada.

Canaliza toda esa energía que la edad te proporciona para hacer cosas positivas, cosas que te llenen y te den satisfacciones, no es momento de sentirse así, disfruta tu etapa de estudiante, aprovecha que tienes la grandiosa oportunidad de asistir a una escuela, no desperdicies las horas encerrado, la vida es bella, nuestra familia es única y el tiempo no se detiene. 

ANA