Lobos solitarios: el caso de la cooperación Palestina-Israel

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Lobos solitarios: el caso de la cooperación Palestina-Israel

Sídney, Australia, 2014. Haron Monis entra al café Lindt con un arma y secuestra a 10 clientes y ocho empleados. Desde la ventana del café, se aprecia una bandera negra que muchos piensan era la que usa el “Estado Islámico”. Monis era descrito como un “activista” en Internet, en donde afirmaba que “había estado bajo ataque del gobierno australiano desde 2007”. Un año después, en California, 14 personas murieron en un ataque perpetrado por una pareja. La mujer, Tafsheen Malik había colocado una serie de posts en redes sociales en donde mostraba su convicción jihadista. 

Los atentados perpetrados por lobos solitarios o parejas, son cada vez más frecuentes. Su característica común es que los atacantes no pertenecen a organización alguna. Se trata de los más difíciles de detectar y detener. Aún así, recientemente, las autoridades israelíes y palestinas parecen haber encontrado la forma de al menos disminuir esta clase de atentados. 

El proceso a través del cual ciertas personas se radicalizan hasta tomar la decisión de cometer ataques terroristas normalmente incluye el contacto con algún líder u organización que adoctrina al atacante. Sin embargo, como los lobos solitarios no pertenecen a ninguna agrupación, su radicalización no incluye tal adoctrinamiento presencial. Dicha radicalización, sin embargo, sí existe sólo que se lleva a cabo a distancia, a través de blogs o redes sociales en donde se postean llamados a cometer ataques. Otras veces, como en el caso palestino, son los mismos jóvenes quienes se motivan unos a otros a “tomar un cuchillo” y ejecutar el atentado. 

Un reporte de Al Monitor detalla la experiencia palestino-israelí en conseguir la disminución de estos ataques: (1) La colaboración entre autoridades israelíes y palestinas es una realidad a veces muy poco publicitada. Hay un interés común para ambos gobiernos en detener la ola de ataques de lobos solitarios que escalaron el año pasado, (2) Los esfuerzos de estas autoridades no están siendo dirigidos hacia grupos o células terroristas, sino hacia actores individuales, (3) Los servicios de inteligencia israelíes y palestinos han estado examinando las redes sociales de quienes han cometido los ataques, buscando patrones. En la mayoría de casos, los atacantes exhibieron señales de que cometerían el atentado. Las autoridades palestinas, también han estado ejerciendo “una aproximación educativa”. Una vez que detectan que algún joven ha dado señales sugerentes de cometer un ataque, acuden directamente a su escuela para intentar convencer a los estudiantes de las desventajas de este tipo de atentados. En ciertas ocasiones, han recurrido a los padres del potencial atacante. 

Aparentemente, estas medidas han conseguido un relativo impacto en la disminución de ataques de lobos solitarios. Lo interesante del caso es que, en este tipo de situaciones, las autoridades han empezado a comprender que los lazos entre los jóvenes millennials y, por ende, los procesos a través de los cuales conectan y comparten ideas políticas o causas, se están dando menos en reuniones presenciales y mucho más en el universo virtual. Es un inicio. Pero dada la relevancia del tema, valía la pena compartirlo. 
Twitter: @maurimm