Casi siempre de manera inconsciente, todo lector atento de El Quijote trata de llevar mentalmente la cuenta del tiempo en que se desarrolla la fábula, es decir, de cómo se suceden los días conforme Cervantes narra las aventuras del caballero manchego. Hasta que por diversas razones (anacronismos, inconsistencias) el lector termina por perder interés en la cronología.

Pero ha habido quienes, con rigor analítico y gran paciencia, han tratado de armar tal cronología del Quijote. Así, han llegado esos estudiosos a determinar desde la fecha en que el personaje da inicio a sus aventuras hasta el día en que éste muere, ya con su anterior personalidad de Alonso Quijano, el Bueno.

En el artículo anterior mencioné que Vicente de los Ríos estudió el punto y concluyó que su duración fue de 165 días, del 28 de julio de 1604 al 8 de enero de 1605.

Pues bien, doscientos años después, en 1982, con el título de “Los Cien Días del Quijote”, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó un pequeño libro, apenas de 137 páginas, en el cual su autor, el agrónomo mexicano, Luis G. Alcérreca, quien aparentemente no conoció el análisis de De los Ríos, hace un ejercicio similar al efectuado por éste, pero llega a la conclusión de que no fueron 165 sino sólo cien los días del Quijote.

Alcérreca tomó como base las mismas dos referencias cronológicas de que se valió De los Ríos como puntos de partida: la salida inicial “un día de los calurosos de julio”, y el 22 de agosto, que es la fecha de la libranza dada por Don Quijote a Sancho Panza para que su sobrina le entregara en su casa tres pollinos. 

Ambos autores coinciden según sus respectivas cuentas que entre uno y otro acontecimiento transcurrieron 26 días. Contados éstos hacia atrás a partir del 22 de agosto se llega al 28 de julio, como el día de la primera salida de Don Quijote. Así lo determina acertadamente De los Ríos. Pero no Alcérreca, quien se equivoca al establecer que fue el 27 de julio. Su error probablemente estuvo en que no tomó en cuenta que julio es un mes de 31 días y no de 30.

Desde este punto, digamos que el de arranque, las cronologías del español y el mexicano arrastran un día de diferencia. Aparte de que el primero sitúa las acciones en el año de 1604 y el segundo en 1614. Sin embargo ha de señalarse en su abono, que Alcérreca resuelve de manera ingeniosa algunas imprecisiones en las que incurre Cervantes en su narración, como cuando escribe que tal cosa “sucedió en más de seis días” o que en tal situación “estuvieron casi un mes”, pues ¿cuánto es casi un mes o más de seis días?

Por ello, al final, la muerte de Don Quijote ocurre en fechas diferentes. Para Alcérreca, significativamente, fue el 25 de diciembre; y según De los Ríos el 8 de enero.

Concluye el agrónomo mexicano, Luis G. Alcérreca, “que habiendo salido Don Quijote de su aldea para iniciar sus aventuras un 27 de julio” (el 28 según De los Ríos) y presentándose su muerte el 25 de diciembre, el periodo cubre “un total de 152 días”, de los que 54 fueron de permanencia en su aldea y no deben “formar parte del periodo activo”, por lo que “deducidos de los 152 primeramente citados dan 98, que días más días menos, fueron prácticamente los 100 días que duraron las aventuras del caballero”, que aprovechó para dar título a su libro. (24)